“La devaluación del yuan no afecta al Banco Central”, aseguró ayer el presidente de la entidad, Alejandro Vanoli. Lo dijo tras la depreciación de la moneda china del 2 por ciento, la más importante de los últimos veinte años. El titular de la autoridad monetaria, lejos de mostrar preocupación por ese movimiento, afirmó a través de Twitter que el BCRA continuará con “la estrategia de flotación administrada del tipo de cambio para consolidar la estabilidad del empleo y el desarrollo con inclusión social”. Economistas, en tanto, mencionaron a este diario que es necesario esperar para saber si la devaluación china es un fenómeno circunstancial o es “un primer paso” hacia la apertura gradual del mercado cambiario, al tiempo que aseguraron que la corrección hasta ahora fue baja para generar tensiones para las importaciones y exportaciones locales.

Desde el Banco Central aseguraron que, pese a que una parte de las reservas se encuentra denominada en yuanes, la depreciación de China no tiene un efecto relevante en el volumen global de divisas de la entidad. De todos modos, las reservas finalizaron ayer en 33.837 millones de dólares, con un retroceso de 132 millones de dólares, de los cuales 118 millones se explicaron por la devaluación del yuan. En la autoridad monetaria apuntaron que el retroceso en el valor del oro ocasionó en lo que va del año mayores pérdidas en relación con la caída por cambio de cotización del yuan y otras monedas.

El coordinador del departamento de Economía del Centro Cultural de la Cooperación, Martín Burgos, afirmó que es muy pronto para sacar conclusiones respecto del impacto que puede tener una devaluación de China en la economía local. “Es importante esperar para ver si el yuan tuvo un movimiento circunstancial o es parte de una estrategia de las autoridades chinas de empezar a desarmar los controles financieros”, indicó. Mencionó además que si el gigante asiático avanza en un esquema de desregulación, como se lo pide el Fondo Monetario Internacional, se observarán tensiones para el desarrollo de esa economía y también para el resto de países emergentes.

El director del Banco Central Pedro Biscay, en tanto, subrayó ayer “la situación de estabilidad cambiaria alcanzada en el país en los últimos meses”. El funcionario indicó que la política monetaria instrumentada a partir de octubre del año pasado posibilitó una fuerte caída en las expectativas de devaluación. Precisó que a fines del año pasado el precio del dólar futuro para mediados de 2015 era de 11,4 pesos, cifra muy superior en relación con los 9,23 pesos a los que cotiza el dólar en la actualidad. Biscay resaltó que el fortalecimiento de las reservas internacionales fue una de las herramientas claves de la autoridad monetaria para moderar las tensiones con el tipo de cambio. Apuntó que el stock de divisas era de 27.900 millones de dólares en octubre del año pasado, cuando en la actualidad supera los 33.705 millones.