El ministro de Energía, Juan José Aranguren, mencionó ayer que en marzo podría haber un nuevo aumento de la nafta. El precio del combustible ya subió 6 por ciento en enero, pese a la fuerte caída del valor del crudo a nivel internacional. El funcionario aseguró que la baja del precio global del petróleo no tiene una influencia determinante en la estrategia de precios del mercado interno. “En Argentina no estuvimos vinculados al mundo durante los últimos 12 años, estamos al revés. Comparada con otra materia prima, (la nafta) aún está barata”, afirmó. El incremento de la nafta es un elemento que potencia la tensión del proceso inflacionario, el cual a partir de noviembre mostró una importante aceleración al más que duplicarse la tasa de variación mensual de los precios respecto de la registrada hasta octubre pasado. El ministro dijo que evaluará la corrección para el valor de la nafta en función de lo que ocurra con el dólar y la necesidad de sostener la actividad en las provincias petroleras.

El funcionario, que hace unas pocas semanas anunció una fuerte suba en las tarifas de luz con el objetivo de reducir los subsidios del sector público, indicó que los aumentos para el servicio de gas se encuentran en preparación y por el momento no esta definido cuándo ni cómo se implementarán. Precisó además que los incrementos en la boletas de luz se verán reflejados en su totalidad en las facturas de abril, porque existen consumos realizados con precios actuales y anteriores al ajuste. Dijo que la tarifa social se aplicará en forma automática a partir del cruce de base de datos, pero el usuario podrá anotarse en la lista de personas elegibles. A su vez, agregó que el objetivo de la cartera de Energía es recuperar los índices de calidad de la distribución eléctrica de 2002/2003, lo que tomará cerca de dos años. No obstante, indicó que la apuesta del Gobierno es que el próximo verano ya se observe una mejoría con menores cortes de luz.