ECONOMíA
Todas las dudas del mercado
Por Maximiliano Montenegro
“Ya se le escapó.” En los últimos dos días, Página/12 constató que banqueros y economistas coinciden, como pocas veces antes, en que Mario Blejer, el titular del Banco Central, erró su estrategia para frenar el dólar. Y que no tendrá una segunda oportunidad.
El presidente de un banco dijo: “Este hombre no entiende nada. Yo a esta ya la vi varias veces. Con el Banco Central vendiéndole dólares al mercado y el dólar subiendo. En 30 días desembocamos en la híper, créame”, dramatizó. Otro banquero piensa que Blejer es “un buen cambista”: “Cuando ve que sube, vende caro, y se gana unos pesos”, ironizó.
Todos creen que el ex funcionario del FMI debió haber vendido “masivamente” dólares cuando la divisa superó la barrera de los 2,20 pesos, para dejarlo clavado bien abajo de los 2 pesos. Y demostrarles a los “especuladores” que no era buena inversión apostar a un “dólar caro”, comprando arriba de 2.
Ahora, pareciera ser tarde. Hace dos semanas que el dólar ronda los 2,50 y el BC vende cada vez más dólares para que no se dispare todavía más. La razón es que todos estiman que se irá todavía más lejos, aun aquellos que hasta hace poco no compraban a 2,20 porque confiaban en que el Gobierno lo contendría abajo de los 2 pesos. Entonces, de los 150 millones de pesos que se fugan diariamente del corralito, más de la mitad se destinan a adquirir dólares. A esa demanda de los particulares hay que sumarle la de los grandes importadores, que compran para cancelar deudas o pagar a futuro, porque evalúan que perderán más si esperan. Y la de los propios bancos que, pese a las presiones del Central, se posicionan en dólares frente a lo que vendrá. Por el lado de la oferta de dólares, en tanto, como informó este diario, los exportadores retienen sus divisas porque consideran que valdrán mucho más dentro de poco.
Roberto Frenkel, el economista radical que asesoró a Remes en los días previos a la devaluación, dice que el Banco Central debería vender 500 millones de dólares a 2 pesos, para bajar fuertemente la cotización. Pero hoy esa estrategia es impracticable. ¿Quién decidiría a qué bancos venderles a 2 pesos? ¿Quién podría asegurar que luego los dólares no llegarán a manos del público a 2,40 o 2,45? Nadie.