A través de una comunicación oficial, el Banco Central amplió hasta fin de mes la posibilidad de que los bancos informen los datos de los deudores hipotecarios morosos que adherirán al plan de refinanciación. De esta prórroga quedaron exceptuadas, al menos por ahora, las personas que tengan deudas con escribanías. En la Jefatura de Gabinete evaluaban enviar al Congreso un proyecto de ley para prorrogar por dos meses la chance de adherirse al sistema. El plazo original para ejercer la opción venció ayer, y sólo manifestaron la decisión de vender su cartera morosa los bancos oficiales y el Credicoop. Los bancos no están obligados a anotarse en el plan. Un fideicomiso estatal se hizo cargo de esos pasivos. La ley contempla el salvataje para quienes hayan entrado en mora entre 1º de enero de 2001 y el 11 de septiembre pasado. El período de gracia para todos los morosos será de un año, y la refinanciación se hará con un plazo máximo de 150 meses.