Por C. C.
Desde Córdoba

Según el análisis expuesto ayer por el titular del Ieeral, Nadín Argañaraz, un proyecto ley redactado sobre aquella base es “políticamente inviable”, simplemente, porque beneficia a menos provincias de las que perjudica. El análisis matemático realizado por los técnicos de la Fundación Mediterránea y expuesto ayer en un seminario sobre la reforma de la coparticipación por Argañaraz, demuestra que las provincias más grandes (Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe) ganarían participación relativa sobre los recursos a repartir, mientras que la gran mayoría la perdería. Sobre esta base, sería imposible conseguir apoyo parlamentario.
La visión más progresista se escuchó en boca de Oscar Cetrángolo, el ex subsecretario de Relaciones con las Provincias de la Alianza, quien participó en su actual condición de investigador del Cepal. A pesar de su afinidad con la administración kirchnerista, no dejó de marcar cuán inoportuno es promover un nuevo régimen de coparticipación cuando todavía falta definir un proyecto tributario integral: qué hacer con las retenciones, con el Plan Jefas y Jefes o el sistema previsional. Cynthia Moscovits, de la liberal FIEL, prefirió remarcar la falta de un fondo anticíclico que permita en los momentos de bonanzas juntar recursos para paliar las crisis recurrentes. Algo que más de una vez apuntó el FMI.