“Es todo basura, absoluta basura”, contestó exasperado el ministro de Economía a una consulta sobre las críticas que, según una versión periodística, él habría deslizado contra el ministro de Planificación y el presidente del Banco Central, durante su encuentro con Kirchner del miércoles último. “No se habló para nada del tema, pero suele ocurrir que se montan escenarios periodísticos, ya sea por los propios periodistas, por los medios –que no son lo mismo– y a veces por algún funcionario que echa a rodar versiones interesadas”, disparó Lavagna a varias bandas en forma simultánea. Las diferencias que se le atribuyen con De Vido tienen que ver con la política tarifaria en el sector energético. Ayer, cuando se lo consultó sobre la crisis energética, Lavagna respondió en forma reiterada: “Pregúntenle al ministro de Planificación”. Pero cuando se le preguntó sobre la responsabilidad que le podría caber a la Unidad Renegociadora de Contratos, que él preside, en la demora en llegar a acuerdos con las privatizadas para reactivar las inversiones en el área gasífera, respondió: “ Hay una gran cantidad de trabajo hecho; si se quiere lograr un acuerdo antes del 30 de junio, se puede”. Pero entonces, ¿se quiere o no se quiere?, lo consultaron. “El Ministerio de Economía actúa en nombre del Gobierno, no por sí mismo, y además de Planificación está el Presidente, que tiene gran injerencia en estos temas”, dijo en tono enigmático pero sugerente. Las diferencias no existen, pero que las hay...