“Los organismos oficiales e internacionales como Siempro, Indec, Ministerio de Salud, Naciones Unidas o Unicef no han elaborado hasta el momento algún indicador que pueda brindar un seguimiento del fenómeno del hambre en Argentina”, dice el Banco Mundial al justificar la confección de su propio indicador. Dicho indicador está construido en base a “una serie de preguntas realizadas al jefe de hogar sobre distintos grados de privación de alimentos”. “En mi hogar nos preocupa que se termine la comida y no tengamos dinero para comprar más”; “En mi hogar la comida se nos acabó antes de que dispongamos de dinero para comprar más”, son las opciones que abren el cuestionario. El jefe de hogar debe contestar si esa situación ocurre “siempre”, “algunas veces” o “nunca”. Para los que admitieron algún grado de privación continúan las preguntas más específicas: “¿Cuán a menudo sus hijos no se alimentaron lo suficiente debido a que en el hogar no pudieron comprar alimentos necesarios?”; “¿Usted o algún otro miembro de la familia tuvo que recortar las porciones de alimento debido a la falta de dinero?”; “¿Cuán a menudo ha ocurrido dicha situación?”; “¿Algún miembro del hogar sintió hambre y no pudo comer porque no había alimentos en ese momento para comer?”; “¿Algún miembro del hogar perdió peso debido a que no le alcanzaba el dinero para comer?”; “¿Usted o algún otro miembro adulto del hogar no se alimentó durante 1 día entero debido a que no tenía dinero para comprar alimento?”; “¿Sus hijos debieron saltearse alguna comida porque no había comida suficiente?”