El presidente de China, Hu Jintao, estimó ayer ante el Congreso brasileño que su país podría invertir en los países latinoamericanos hasta 100 mil millones de dólares en los próximos diez años.
El mandatario recordó que en el último cuarto de siglo China se abocó a la reforma y apertura de su economía, lo que resultó en un crecimiento acelerado que avanzó en todos los sectores.
Hu dijo que la adopción del “sistema socialista de mercado” sirvió para duplicar el volumen del comercio de su país con América latina en los últimos tres años y señaló que la economía china está creciendo a un ritmo del 9,4 por ciento anual.
El primer mandatario chino expresó que el intercambio entre su país y Brasil constituye una manera de incrementar el conocimiento mutuo de chinos y brasileños, además de contribuir a la promoción del desarrollo conjunto.
El gobernante elogió las reformas llevadas a cabo por los países latinoamericanos en busca del desarrollo económico y ensalzó la lucha por la independencia y la liberación de su país, de la cual emergió la República Popular China.
Hu inició su gira por Brasil con una buena noticia para su país. El gobierno de Washington anunció que no denunciará a China ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por un presunto manejo de la paridad cambiaria con el fin de sacar ventajas en su comercio con Estados Unidos.
La denuncia había sido pedida por un grupo de 30 miembros del Congreso, quienes dijeron que EE.UU. debería estar en capacidad de aplicar medidas contra los productos procedentes de China si la OMC determina que ese país viola las normas del comercio mundial.
Neena Morjani, una portavoz del representante de Comercio Exterior de EE.UU., Robert Zoellick, manifestó que una acción de este tipo perjudicaría los esfuerzos diplomáticos que realiza EE.UU. para que China reforme su política cambiaria.
“En este momento sería más perjudicial que útil”, señaló Morjani en un comunicado.
Añadió que el gobierno de Pekín ya ha tomado varias medidas de reforma, incluyendo algunas para liberalizar las transacciones cambiarias, fortalecer y desarrollar el sector financiero, y llevar a cabo un ajuste de las tasas de interés.
“Estas son indicaciones claras de que los esfuerzos del gobierno (de EE.UU.) dan resultados”, indicó.
Algunos sectores industriales estadounidenses han denunciado que la paridad fija de la moneda china (yuan) frente al dólar ha significado una devaluación de alrededor de un 40 por ciento, lo cual da a los productos chinos una ventaja competitiva frente a los productos estadounidenses. Las autoridades chinas dijeron que sólo podrán permitir un cambio de la política cambiaria cuando hayan completado las reformas en el sector bancario y financiero.