El director general de Rentas de la ciudad de Buenos Aires, Alejandro Otero, reconoció ayer que el gobierno porteño planea introducir en forma “gradual” cambios en la metodología que se utiliza para fijar la valuación de las propiedades. “No va a haber revaluación porque eso se asocia a un incremento del impuesto y eso está fuera de la agenda. El camino es otro, se va a cambiar la metodología de la revaluación en forma gradual, a lo largo de varios años”, explicó. Este cambio tendrá en cuenta la valuación del metro cuadrado “en sintonía” con los valores que existen en el mercado.
Otero ejemplificó que “el mercado reconoce la localización en ciertas zonas, la cercanía a medios de transporte, entre otros factores” al momento de definir el valor de la propiedad, mientras que la valuación fiscal que realiza la Ciudad no lo tiene en cuenta y genera “distorsiones”. El funcionario aseguró que las “correcciones” no requieren “aumentar la presión tributaria”. “Sin aumentar el impuesto global, hay que buscar que quienes están en una situación más ventajosa paguen un poquito más y los que están en una situación menos ventajosa paguen un poquito menos”, sintetizó Otero.
El jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, ratificó que la Ciudad revisará el impuesto inmobiliario, porque por la valuación fiscal de su propiedad “los pobres pagan más cerca del valor del mercado que los ricos”. A su criterio, la modificación de este gravamen “es un trabajo muy complejo, que va a requerir aprobación de la Legislatura y una racionalidad para que todos más o menos paguen en la misma proporción respecto al valor del mercado”.