Roberto Lavagna mostró ayer su particular sentido del humor y recibió a los periodistas en el Palacio de Hacienda con una mesa plagada de zapallos, como premio al periodista y al medio que escribió durante todo el año a favor de los bonistas extranjeros. “Así como ustedes tienen derecho a darme el premio Limón, yo también tengo derecho a darle un galardón al periodista y al medio que más escribieron a lo largo del año a favor de los bonistas extranjeros, por eso los zapallos”, afirmó el ministro. Sin embargo, prefirió no dar a conocer los nombres de los premiados con el “Zapallo”, que dijo tener in pectore. La tenida jocosa con la prensa comenzó el año pasado, cuando el ministro fue galardonado con el premio Limón, por su trato agrio hacia los acreditados en el Palacio de Hacienda. En aquella oportunidad, Lavagna recibió a los hombres de prensa con limones y anunció que el año próximo (por este) otorgaría el premio “Zapallo”. Este año Lavagna volvió a recibir el premio Limón, aunque compartido con el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen. “He tenido una decepción porque no he ganado el premio yo solo. El año próximo voy a perseverar”, desafió Lavagna.