ECONOMíA
• SUBNOTA
A favor y en contra
Miguel Bein *.
La recuperación va a seguir
La economía viene con una inercia de recuperación fuerte que continuará, aunque seguramente a un ritmo menor, más compatible con una evolución de mediano plazo: pensamos que el PBI pasará de un 8,4 este año a un 6,3 en el 2005. Argentina va a culminar bien el canje de la deuda, con un nivel de aceptación importante que le permitirá negociar con el FMI en buenas condiciones un acuerdo distinto al que se pensaba antes: el nuevo no contendría una refinanciación total de los vencimientos de capital. El FMI está desfondado y quiere cobrar. Pero es posible que una vez que se acordó pagar algo las exigencias vuelvan a bajar, y los pagos no sean muy pesados en el 2006. En ese acuerdo también influirá la salida del default y que se haya comenzado a revisar los contratos con las privatizadas ya que, aunque lentamente, las tarifas de gas y luz comenzaron a recomponerse. Las condiciones internacionales serán razonablemente buenas, aunque con un set de precios de exportación más bajos. La situación fiscal es holgada aunque el gasto público se empezó a mover más rápido. Tendremos otro superávit primario del sector no financiero de 4 puntos del producto y eso alcanza para pagar todos los intereses incluidos en el Presupuesto y para cancelar algo de capital de la deuda post default. Y, eventualmente, algún pago al FMI. También habrá una recomposición de salarios, que en los próximos tres años aumentarán a razón de 5 puntos por encima de la inflación cada año. El gran riesgo será mantener el dólar en 2,95 o 3 pesos soportando una gran oferta de dólares y evitando que la inundación de pesos haga subir el precio de los servicios o genere una burbuja inmobiliaria. Otro problema es el de la pobreza de las exportaciones, que en el 2004 crecieron la mitad que el PBI: las ventas al exterior subieron un 4 por ciento, cuando las importaciones subieron 7 veces. Para seguir sosteniendo una tasa de crecimiento importante a mediano plazo es necesario que las exportaciones crezcan el doble que el PBI. Y no hay perspectivas de que aumente la oferta exportable: hay empresas favorecidas por la devaluación que aún no arrancaron.
* Consultor.
Jorge Carrera *.
En la lógica de 2003 y 2004
En términos generales fuimos mucho más optimistas respecto de la evolución de la economía del 2003 y el 2004 y no nos equivocamos. La misma lógica se repite para el año próximo, en tanto y en cuanto se mantengan las condiciones externas e internas.
No creemos que los cuellos de botellas o presiones inflacionarias alteren el crecimiento que estimamos será del 6 por ciento, pensando en un escenario moderado. Son muy buenas las perspectivas internacionales y de Brasil, que en la medida que siga creciendo promete ser una aspiradora de productos industriales del Mercosur. Creo que habrá buenas noticias en este ámbito, porque existen posibilidades de aumentar exportaciones a América latina y a la Unión Europea. Si se mantiene un crecimiento del 6 por ciento, la desocupación puede descender al 12,7 por ciento. El salario real seguirá mejorando lentamente, en un marco de muchos conflictos que en definitiva son sanos: sirven para canalizar la normal puja distributiva que se da en épocas de auge. Pero habrá más empleo y mejores remuneraciones. El consumo también subirá un 5,2 por ciento y también crecerá la inversión. Así como este año invirtieron pymes, la salida del default facilitará el ingreso de capitales para proyectos de más envergadura. Los gerentes de las multinacionales necesitan esa especie de certificado para decidir inversiones. Habrá más flujo de divisas por una buena cosecha y por el retorno de capitales que están en el colchón o en el exterior y que llegarán aquí como inversiones financieras o para el desarrollo de proyectos productivos. A raíz de esto tendremos un problema similar al de Brasil, porque vendrán muchos dólares: el Banco Central tendrá que neutralizar la emisión de pesos, quizás con Lebacs, y con controles de capitales. Pero la perspectiva es buena. Aún existen segmentos de rentabilidad no explotada, tanto en recursos naturales como en la industria manufacturera.
* Profesor de Finanzas Internacionales de la Universidad de La Plata.
Daniel Artana *.
El peligro son los errores
Si se mantiene un escenario favorable internacional y regional y la Argentina arregla razonablemente bien la reestructuración de su deuda puede crecer entre el 5,5 y 6 el año que viene. Un arreglo razonable es una aceptación del 70 por ciento de los bonistas afectados por la cesación de pagos, porcentaje que es muy factible conseguir.
Las exportaciones crecerán a un ritmo menos fuerte porque el precio de la soja no acompañará un aumento mayor. Aún así, es posible estimar que Argentina venderá al exterior entre el 8 y 10 por ciento más en dólares. También habrá un ingreso importante de capitales. La fuga de divisas viene cediendo desde el primer trimestre en adelante y el saldo será de ingreso neto de capitales. Con las privatizadas empezaron a cerrarse algunos acuerdos parciales que entrañan subas a las tarifas industriales y comerciales y seguramente después de las elecciones habrá también aumentos de tarifas a los domicilios para normalizar definitivamente el precio de los servicios públicos.
El peligro que veo es que el escenario internacional sea menos favorable, lo que afectará la exportación, en particular de commodities. A esto se le pueden sumar errores de política económica, por ejemplo, por un aumento del gasto electoral. También que por presiones sindicales, a veces motorizadas por el propio Gobierno, haya aumentos que terminen presionando sobre los precios. Si el Gobierno y los sindicatos propician una recomposición que no está acompañada con una mejora en la productividad, seguramente habrá presiones inflacionarias.
* Economista de FIEL.
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