Después de casi cuatro años, la Argentina volvió a colocar bonos en dólares en el mercado. La última vez había sido en el fatídico 2001. Ayer se emitieron Boden con vencimiento en el año 2012 por 441,9 millones, algo menos de lo previsto, a una tasa implícita del 7,99 por ciento anual. Tal como ocurrió en las licitaciones de títulos en pesos, ahora también se notó una gran demanda de papeles: las ofertas triplicaron el monto de la emisión, al rozar los 1500 millones de dólares. La clave fueron tres bancos internacionales, que se llevaron casi toda la emisión.
La colocación de ayer sirvió para completar el programa financiero diseñado por el Gobierno. En apenas dos semanas, Economía lanzó títulos públicos por unos 3300 millones de pesos (2000 millones en pesos y estos 441,9 millones en dólares). Si bien estaba previsto emitir 500 millones de dólares en bonos, finalmente se lanzaron 441,9 millones para evitar que la tasa de corte rompiera la barrera del 8 por ciento.
El objetivo es hacer frente a los fuertes vencimientos de la deuda del mes que viene, en medio de la indefinición de la relación con el Fondo Monetario. En agosto hay que pagar 2736 millones de dólares: 538 millones a los organismos y otros 2197 millones por bonos lanzados en el mercado doméstico (Boden, Bogar y Préstamos Garantizados). Un informe de la consultora MVA Macroeconomía estimó que, tras la operación de ayer, el Gobierno ya juntó casi todo el dinero. Sólo le faltarían 174 millones de dólares, que se conseguirán a través de simples movimientos de cajas en el sector público, sin necesidad de acudir nuevamente al mercado financiero.
En todo caso, la incógnita queda para el resto del año. Según el estudio, a Economía le estarían faltando 1800 millones de dólares. Por eso se descuenta que habrá nuevas colocaciones de papeles. De todos modos, la cuenta podría ser más liviana si se llega a un acuerdo con el FMI. Durante el cuatrimestre septiembre-diciembre, los organismos deberían embolsar 2150 millones de dólares.
La tasa de interés conseguida ayer en el mercado no difiere demasiado al costo de los préstamos otorgados por el Fondo. El 7,99 por ciento anual es algo superior al 6,25 por ciento que cobra actualmente el FMI. Aunque en la city conjeturan que si la Argentina buscara fondos en el mercado para cancelar totalmente sus pasivos con el Fondo debería pagar una tasa de interés superior. Claro que, a cambio, el país se libraría de las condicionalidades que intentará imponer Washington pare cerrar trato.
En contra de esa apreciación puede esgrimirse lo sucedido ayer en el mercado, donde la demanda de papeles de la deuda superó las expectativas de los propios financistas y de los funcionarios. Hubo un enorme interés de los grandes bancos internacionales: entre los bancos estadounidenses JP Morgan y Citibank y el alemán Deutsche se llevaron bonos por 402 millones de dólares, el 91 por ciento del total emitido.
La especulación que hicieron esos inversores fue la siguiente: aguardan un rápido aumento de los Boden 2012 ya que el precio de esos títulos se encontraría retrasado respecto de sus similares de la región, en especial de los brasileños. El hecho de que la tasa del 7,99 por ciento anual haya sido algo más alta que la esperada también tiene una explicación: justo antes de la licitación, el Boden 2012 registró una caída en su cotización, a la vez que se notó un alza de la tasa en los Estados Unidos, lo que encareció la emisión local.