JAVIER ALVAREDO *.

Herramienta interesante

En el corto plazo los acuerdos tienen un buen impacto para moderar la tendencia creciente de la inflación, y en ese sentido me parecen una herramienta interesante. Si cambian mucho las variables me parece que será difícil sostenerlos con un plazo de un año. Si se mantienen bien acotados los factores que influyen sobre los precios se puede reducir al 11 por ciento la inflación en 2006, pero no a menos. Lo que habría que evitar es caer en una imposición de precios, porque eso tendría un impacto muy negativo en la inversión. La economía está atravesando un ajuste de precios relativos. Ir recabando información sobre la estructura de costos de las empresas es muy útil, pero todo eso debe estar complementado por la política macroeconómica. La política fiscal tiene un rol fundamental: con el ritmo al que está creciendo la recaudación me parece que no hace falta reducir el gasto sino simplemente acotar su suba, y eso no implica hacer un ajuste como los de los noventa.

* MVA Macroeconomía.

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ENRIQUE DENTICE *.

Tienen efecto

Es cierto que los acuerdos de precios dan resultados sólo por tiempos muy limitados, pero al mismo tiempo es lo único que tiene efecto. Creo que es lo más civilizado que se puede hacer hoy. Deprimir el producto para frenar la inflación en este momento sería hacer la gran Machinea, condenarse al fracaso absoluto de todo lo que se fue construyendo. Nunca el gobierno tuvo el poder y la voluntad para controlar los aumentos de precios directamente. No sé si hoy los tiene, pero por lo menos tiene la necesidad urgente de hacerlo. Por ahora están negociando bien, pero deberían jugar también las retenciones a las exportaciones como un factor de presión de última instancia sobre las empresas. Hoy hay precios que están atrasados por el déficit de la demanda y otros que están postergados por el congelamiento de algunos precios relativos como los de los servicios. Por eso creo que el 12 por ciento es un piso de inflación para este año.

* Escuela de Economía y Negocios de la Universidad de San Martín.

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MARTIN HOUREST *.

Política incompleta

Hay dos maneras de enfrentar la cuestión de los aumentos de precios: una es recomponer en serio los ingresos populares, y la otra es convencer a la clase media de que uno se está preocupando por su poder adquisitivo. Me parece que una política de precios que no tenga en cuenta los ingresos está absolutamente incompleta, e implica aceptar como dados los ingresos actuales, que recibieron un mazazo descomunal. Me parece bueno que se hable con los formadores de precios y se reconozca su responsabilidad en esta cuestión, pero los formadores no son sólo los comercializadores. Hace falta tener un estudio de los costos de producción de cada uno de los sectores, que el Gobierno no tiene y por eso usa los que le proveen los propios grupos empresarios. Si un sector rompe los acuerdos de precios, hay que sacarle los beneficios fiscales, los mecanismos crediticios y de asistencia financiera, no descartar la apertura de las importaciones.

* Economista de la Central de Trabajadores Argentinos.