En vísperas del anuncio oficial del plan ganadero, Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) anunció que pondrá a consideración de su consejo directivo antes de que termine el mes la solicitud de realizar un paro agropecuario nacional. La medida fue reclamada por las sociedades rurales del centro y el oeste de la provincia de Buenos Aires durante la asamblea que se realizó el miércoles pasado en Nueve de Julio, y a la que asistió un millar de productores de la región, en protesta por las restricciones impuestas a las exportaciones de carne.

Ayer, el Ministerio de Trabajo dio a conocer el listado de frigoríficos cuyo personal ha recibido la asistencia prevista en el decreto 516/06, y otra lista de los casos que están en proceso de control y verificación. Este régimen apunta a compensar a aquellos trabajadores que resulten afectados por suspensiones, que sus patrones justifiquen por la inactividad provocada por la veda a las exportaciones. De la primera tanda de liquidaciones ya ejecutadas, se beneficiaron 1837 trabajadores, que recibieron 1.045.500 pesos en conjunto. La segunda tanda en estudio involucra a 1862 trabajadores con un monto de asistencia prevista de 1.031.500 pesos.

El próximo viernes se resolverá otra instancia decisiva, cuando las Sociedades Rurales de la Cuenca del Salado –que congrega a una treintena de entidades– fijen en Rauch su posición sobre el tema, después de evaluar los caminos para superar la situación de crisis que habría provocado en el sector la política oficial para contener precios, que comenzó en noviembre pasado limitando el peso de los animales a faenar. No es el único movimiento de los productores irritados.

Los dirigentes del ruralismo de dicha región, representantes de no menos de cuatro provincias, ya anticiparon a las autoridades de Confederaciones Rurales Argentinas que van a convocar a asambleas en sus respectivas bases para considerar la misma situación. Al mismo tiempo que gremialistas del litoral anticiparon que se van a reunir a deliberar esta semana en la localidad entrerriana de Villa Elisa. Esta efervescencia del interior contrasta con los esfuerzos que están haciendo las conducciones de las entidades nacionales, donde hay criterios divididos acerca de cómo persuadir al Gobierno para que abra las exportaciones y asista al sector con otra serie de medidas consideradas imprescindibles para alentarlo.

Formalmente, Federación Agraria Argentina, la Sociedad Rural y Coninagro se manifestaron contrarias a la realización de un paro, ya que juzgaron más conveniente priorizar el diálogo con los funcionarios con competencia en la materia y saben que la medida de fuerza podría obstaculizarlo.