Economistas de diversas consultoras y universidades salieron ayer a criticar por “tardío” e “irrelevante” el informe elaborado por un grupo de expertos contratados por el Fondo Monetario Internacional, en el que se reconoce que el organismo multilateral manipuló información, retaceó datos fundamentales de la negociación con Argentina e indujo a errores a los evaluadores independientes del organismo para eludir su responsabilidad en la crisis local.

Ricardo Delgado, economista de la consultora Ecolatina, aseguró que “la opinión del Fondo es irrelevante para la continuidad del esquema económico argentino. Llega tarde con este reconocimiento de su falta de percepción desde el punto de vista político y hasta técnico”. Luego agregó que el organismo “le ha hecho mucho daño al país al recomendar recetas no aplicables”, aunque esto “no tiene mucha trascendencia en momentos en que ya se ha cancelado la deuda”.

Para Dante Sica, director de la consultora Abeceb.com, el mea culpa del organismo se traduce en un “reconocimiento moral” luego de la “intransigencia que tuvo en los peores momentos que atravesó el país donde incluso parecía que su presencia empeoraba la situación”. “Siempre es bueno que los organismos internacionales o nacionales reconozcan pareceres equivocados, aunque debería haberlo hecho mucho antes”, sentenció. El especialista de la consultora remarcó también que “lo bueno es que esta actitud no generará, creo, una seducción en Argentina, y tiene que ver con que la región está más consolidada y los países emergentes tienen menos necesidad de financiamiento”.

En tanto, Aníbal Degrossi, ex decano de la Facultad de Ciencias Económicas, consideró que el Fondo “está admitiendo los errores de la política neoliberal que han impuesto a distintos países, entre ellos la Argentina”. El académico agregó que “ahora está dando la razón a quienes se opusieron a esas políticas. Debido al desprestigio que sufre pareciera que se están dando cuenta de que la economía requiere de medidas, de la intervención de los estados y que la famosa mano invisible del mercado no existe”.