El Gobierno incrementará la presión sobre el trabajo irregular en el sector de la construcción, uno de los más perjudicados por esas prácticas. La idea es imponer cláusulas específicas a las empresas privadas que quieran calificar para levantar obras públicas. Néstor Kirchner adelantó que, en principio, la metodología se aplicará para aquellas obras bajo responsabilidad del Estado nacional. El jefe de Estado denunció que “hay empresarios de la construcción que quieren tener trabajadores en negro y que se aprovechan de los trabajadores que vienen del exterior”. En ese sentido, exhortó a “desterrar esta práctica” porque “no queremos trabajadores explotados”.