Néstor Kirchner restó importancia a los problemas de abastecimiento energético, que atribuyó al fuerte crecimiento de la economía. “No hay que tomar como un drama” los inconvenientes en la provisión de gas y electricidad, indicó. “En la Argentina de los noventa se venteaban los pozos de gas. No hacía falta transportarlo a los centros de consumo porque la decisión fue dedicarse a los servicios”, analizó, y luego completó la comparación: “Ahora, gracias a haber crecido 50 por ciento en los últimos cuatro años y medio, tenemos una necesidad muy fuerte de ese producto”. Tras ello, hizo un reclamo a las empresas: “Necesitamos que inviertan más, que produzcan, transporten y distribuyan más, necesitamos que todas se comprometan más con el país”. El Presidente admitió las dificultades, pero sostuvo que prefiere “una Argentina al límite, que crezca con trabajo y consumo”. “A veces el crecimiento nos trae problemas, pero no hay que tomarlos como un drama”, insistió. Luego dijo que el Gobierno está invirtiendo y detalló que ya comenzaron las obras de ampliación de los gasoductos del Norte y Sur y se compraron los caños para el gasoducto del Noreste.