Tributaristas y economistas cruzaron ayer opiniones sobre la rebaja en el pago de Ganancias anunciada el viernes por el Gobierno. El economista de la Fundación de Investigaciones Económicas para Latinoamérica (FIEL) Abel Viglione consideró que la mejora en el impuesto a los trabajadores provocará “un salto en los precios”, mientras que el ex director de Impositiva Luis María Peña sostuvo que el Gobierno debería avanzar aún más con la reforma y “eliminarlo” para las categorías más bajas.

Para Viglione, “la medida libera 1500 millones de pesos a una sociedad de ingresos medios altos, que va a salir a gastar”. El economista vaticinó así que “al haber presión sobre mercado de bienes, habrá un efecto sobre precios, un salto de precios”.

Por el contrario, Peña pidió a la Casa Rosada que profundizara el camino eliminando el impuesto a las ganancias para los asalariados, con excepción de los “altos cargos gerenciales”. El ex director general de Impositiva señaló como “una barbaridad decir que un sueldo es una ganancia” y añadió que este gravamen “es un impuesto al trabajo”. En esa línea, sostuvo que “es preciso terminar con exclusiones que no conducen a nada pero sí son distorsivas”. En cambio, puntualizó, “no están gravadas las imposiciones financieras, la compra y venta de acciones, las operaciones de bolsas y mercados”, que originan rentas “que no requieren de trabajar”.

El tributarista Elías Lisicki opinó que el impuesto al salario “debe ser mínimo” y consideró un “error gravísimo” convertir a los sueldos en “protagonistas de los ingresos tributarios”. Lisicki reclamó además la baja del IVA, que “castiga enorme y inequitativamente a todos por igual, cualquiera sea su capacidad de pago”.