La mesa de directores del Fondo Monetario Internacional aprobaría en su reunión de hoy la concesión de un lapso de gracia de un año respecto de algunos pagos que le adeuda la Argentina, según señaló una agencia internacional de noticias desde Washington. La información, atribuida a fuentes del directorio, señala que la decisión ya fue discutida y sustancialmente definida en una reunión informal que ese cuerpo mantuvo la semana pasada. En esa oportunidad, el directorio discutió la posibilidad de aprobar la concesión de un prórroga de doce meses o menos, pero con un acuerdo básico sobre la necesidad de otorgarle un respiro a la atribulada situación financiera argentina.
Un alto funcionario del Departamento de Estado norteamericano dijo ayer que Washington “está listo para ayudar” a la Argentina, sumergida en su peor crisis social y económica de las últimas décadas. “La fórmula sigue siendo la misma –dijo el funcionario–: que Argentina diseñe un programa económico creíble” que la pueda sacar de su crisis financiera y fiscal.
El director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, Claudio Loser, coincidió al señalar ayer que el organismo está “absolutamente dispuesto a ayudar” a la Argentina, admitiendo que el Fondo debería haber exigido con anterioridad un programa económico “coherente” al país para evitar que cayera en una crisis tan profunda. “La comunidad internacional tiene todo el interés que la Argentina pueda salir de esta situación tan crítica”, remarcó Loser.
Asimismo, consideró que “el sistema cambiario, ya con flexibilidad, permitirá una economía más competitiva”, y agregó que “con las políticas adecuadas esto tendrá un impacto positivo, no en el corto plazo, pero ciertamente permitirá que la Argentina vuelva a crecer”. A su criterio, salir de la convertibilidad “fue una situación inevitable, dadas las limitaciones que existían”, pero estimó que “la flexibilidad cambiaria permitirá dar el empujón para que la Argentina vuelva a crecer”. Con respecto a que la asistencia financiera del Fondo alcance los 15 mil millones de dólares, indicó que “no hay una base para llegar a esos números”.
“Hay una imagen de muchos años en el folclore americano, y en el argentino en especial, que el Fondo es una entidad supranacional con poderes fuertes que puede hacer lo que quiere con los países, lo cual es absolutamente equivocado”, se defendió Loser. “Muchas veces somos como el dentista, es decir, venimos cuando ya está la hinchazón y nos ven a nosotros como los que causamos el dolor”, remarcó el ejecutivo. En la misma línea, indicó que “algunos nos critican por empujar, otros por aceptar lo que el Gobierno quiere hacer; unos por habernos ido y otros por haber estado demasiado tiempo”, y puntualizó que “las críticas vienen de todos lados”.
“Nosotros respetamos muchísimo la soberanía de la Argentina”, subrayó Loser, quien señaló que “ciertas posiciones nuestras no fueron escuchadas como tendrían que haber sido escuchadas”. Reconoció, sin embargo, que “puede haber habido errores en el caso argentino” de parte de las recomendaciones del FMI, y al ser consultado sobre si no debería haber condicionado anteriormente la asistencia a un programa más coherente, respondió: “Quizá ese haya sido un error que cometimos”.