Un día después de que el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, prometiera una baja en el precio de las frutas y las verduras, el Mercado Central anunció que entre hoy y el martes 21 ofrecerá rebajas a los comerciantes minoristas debido al inicio de la Semana de la Fruta. La oferta abarca naranja de ombligo, mandarina criolla, limón, manzana y banana. Estos productos aumentaron entre 15 y 60 por ciento durante julio, según relevamientos privados.

“Hemos tenido un problema de oferta que ya se está resolviendo porque éste fue un año especialmente crudo desde el punto de vista climático. Pero esto se va a normalizar en las próximas semanas y ordenar con precios a la baja”, aseguró Moreno el lunes durante una conferencia de prensa realizada en la Casa de Gobierno para comunicar un acuerdo de precios con supermercados y autoservicios.

También destacó entonces las “ofertas” que tienen algunos puestos del Mercado Central. Moreno controla ese mercado. Por lo tanto, la promoción de las “ofertas” no fue más que un adelanto de la directiva que les había encargado a las autoridades de la entidad y que ayer se evidenció cuando se informaron las rebajas. El documento difundido por el Mercado resalta el “esfuerzo de sus productores y operadores comerciales para que los consumidores puedan recibir precios más ventajosos”.

En otras ocasiones ya se realizaron ofertas en el Mercado Central como parte de la política de control de precios llevada adelante por Moreno. Sin embargo, los precios siguieron subiendo desconociendo la voluntad del secretario de Comercio.

La visión optimista de Moreno sobre futuras rebajas no concuerda con los pronósticos de los productores y los especialistas que relevan los distintos mercados frutihortícolas. La mayoría pronostica que los precios de las frutas y las verduras aumentarán más hasta fin de año, porque las fuertes heladas registradas en las provincias quemaron o retrasaron la maduración de numerosos cultivos restringiendo la oferta. En el norte salteño, por ejemplo, el frío afectó a 11 mil hectáreas de cultivos, fundamentalmente de tomates y bananas, y el daño económico se estimó en 90 millones de pesos. En el noreste, los productores citrícolas de Mocoretá y Monte Caseros solicitaron que se declare la emergencia del sector, que vio alrededor de 6 mil hectáreas afectadas por las bajas temperaturas que llegaron a 6 grados bajo cero.