Noviembre comenzó con turbulencia en los mercados financieros. Presionada por magros resultados en los balances de Exxon-Mobil y una degradación en la calificación de Citigroup, la Bolsa de Nueva York sufrió ayer una caída del 2,7 por ciento. La baja de la nota está relacionada con el probable impacto de la crisis de los créditos hipotecarios en el balance del principal grupo financiero del mundo. La caída en Wall Street arrastró a los recintos de Europa, que bajaron un uno por ciento en promedio, y a los emergentes. El índice MerVal retrocedió 1,3 por ciento, con un volumen de operaciones importante, de 118 millones de pesos. Por su parte, los títulos de deuda cedieron entre 1,0 y 1,5 por ciento. La cotización del dólar cedió un centavo, a 3,16 pesos, por la venta de inversores y bancos que habían tomado posiciones conservadoras antes de las elecciones y ahora se desprenden de las divisas y se pasan a activos en pesos.