La decidida intervención del Banco Central frenó la suba del dólar, que en las casas de cambio terminó entre 1,90 y 1,95 peso, 10 centavos por debajo al cierre anterior. En los bancos, la moneda estadounidense cerró a 1,65/1,75. En total, el Central inyectó 62 millones de dólares para enfriar el tipo de cambio. Tal como había anticipado Página/12, el Central rubricó acuerdos con bancos estatales para desinflar el precio del dólar. El BC ya vendió 130 millones de dólares para intentar sostener la paridad cambiaria.
En total, el Banco Central intervino cinco veces en el mercado de cambio. Al comienzo del día fue el peor momento. El dólar se escapaba, superando los 2,20 pesos, y el BC debió colocar 25 millones de dólares en apenas 20 minutos, entre las 11:15 y las 11:35, a 1,85 y 1,80 peso, respectivamente. Por la tarde, con el mercado más calmo, vendió otros 37 millones entre 1,65 y 1,70 peso.
A diferencia de las jornadas anteriores, en vez de venderles en forma directa a las casas de cambio y los bancos privados –que aceptan las ofertas del BC pero rápidamente venden al público muy por encima de ese precio–, esta vez la entidad rectora hizo convenios con los bancos Nación, Provincia de Buenos Aires y Ciudad. El trato consistió en que esas entidades financieras venderían dólares a la gente con una diferencia de apenas 5 centavos respecto del precio al que le habían comprado al Central. El mecanismo funcionó, y los bancos privados debieron acoplar sus precios. Durante el fin de semana, directivos de la entidad rectora diseñarán una estrategia legal para presionar a las casas de cambio y a las financieras que ponen en pantalla valores muy altos del dólar.
La relación entre el peso y el dólar tiene preocupados al Gobierno y al Directorio del BC. A pesar de guardar cama por una gripe que le hizo subir la fiebre a 40 grados, Mario Blejer, flamante presidente del Central, siguió las alternativas del mercado minuto a minuto. Para ello, tuvo línea directa con los demás directores de la entidad. Y en esas charlas se acordó tomar medidas para aplacar la furia del dólar en las casas de cambio.
En el Central también tomaron nota de una preocupación de Eduardo Duhalde: los efectos de la “Operación Rulo”, revelada ayer en Página/12, por la cual algunas empresas venden la recaudación diaria a cambio de cheques. Con ese efectivo, hay compañías que corren a comprar dólares, presionando sobre el tipo de cambio. En el Central reconocen que el método es legal. Pero igual intentarán acotar la movida al exigir la identificación de la persona que vaya a comprar dólares.
Las acciones siguen la evolución del dólar. Ayer, en una rueda en que se transaron 37 millones de pesos, el índice MerVal trepó 11,8 por ciento. “La Bolsa subió por un simple ajuste de las cotizaciones accionarias a la devaluación”, explicó Gloria Prusak, gerente de inversiones del Banco Credicoop. Desde que empezó el corralito, el 1º de diciembre, las acciones subieron 100 por ciento en promedio. Lo mismo que el dólar, al pasar de 1 a 2 pesos.