EL MUNDO › AVENTAJA A SU RIVAL DEMOCRATA EN EL ESTADO DE PENNSYLVANIA
La senadora y ex primera dama repuntó en los sondeos con la mira puesta en la próxima primaria del 22 de abril. La benefició un traspié en la campaña de Obama: la divulgación de declaraciones polémicas de su líder espiritual.
› Por Leonard Doyle *
Desde Washington
Hillary Clinton está delante de Barack Obama en las encuestas para la próxima primaria de Pennsylvania (el 22 de abril), pero todavía tiene que subir a una montaña mientras trata de ganarle la nominación demócrata a Obama. Clinton ha duplicado la ventaja sobre su oponente cuando todavía faltan cuatro semanas para el voto en Pennsylvania, pero sus expectativas de convertirse en una aspirante presidencial dependen en gran parte de la autodestrucción de su oponente entre ahora y fines de octubre para el final de la estación de las primarias.
Por primera vez en semanas, Clinton también tiene una ventaja significativa en la encuesta nacional Gallup, que refleja las preocupaciones de los votantes sobre las relaciones cercanas de Obama con su controvertido mentor espiritual, el reverendo Jeremiah Wright. Las peleas entre los demócratas y el reciente tono negativo de su campaña ha beneficiado a los republicanos. Una encuesta de Reuters/Zogby muestra a John McCain aventajando a Clinton por tres (un empate técnico) y a Obama por seis puntos.
La fuerte posición de Clinton en las encuestas de Pennsylvania le da una ventaja de 51 a 35 por ciento entre los probables votantes demócratas. En febrero pasado la misma encuesta Franklin dejaba la brecha en 44 a 37 por ciento, menos de la mitad de lo que es hoy. Otra encuesta le daba a Clinton una ventaja mayor de 56-30 y la veía atrayendo el 27 por ciento del importante voto negro del estado.
La perspectiva de que la campaña de Obama se derrumbe parece más remota desde el martes, cuando dio un muy elogiado discurso en Filadelfia sobre las divisiones raciales en Estados Unidos. Se distanció de los comentarios hechos por su mentor, Wright, que había sugerido que los negros deberían condenar a Estados Unidos por seguir maltratándolos. En 35 minutos, Obama dio vuelta la controversia sobre los comentarios incendiarios de Wright en un llamado a debate más honesto sobre las relaciones raciales.
Los analistas progresistas, entre ellos partidarios de Clinton, rápidamente elogiaron el discurso y hubo una sensación palpable de que Obama había recuperado su campaña de un abismo, aun cuando los analistas de derecha declararon que sus palabras eran insuficientes. Los asesores de Clinton sabiamente permanecieron en silencio durante la disputa, pero todavía esperan que el alboroto sacuda la confianza de los votantes y los superdelegados en la campaña de Obama.
Los superdelegados son el distrito electoral clave constituido por los notables y los funcionarios electos del Partido Demócrata y la campaña de Clinton ha estado haciendo lobby discretamente con ellos para que cambien de lado. Los superdelegados están libres de decidir a qué candidato apoyar en la convención por la nominación y la pérdida de su apoyo podría borrar la ventaja de delegados que tiene Obama. La competencia está bien balanceada, con Obama aventajando a su oponente con 150 delegados. Para lograr la nominación presidencial un candidato necesita obtener 2025 delegados.
La campaña de Clinton también está atada a sus derrotas del mes pasado. Los demócratas más antiguos dicen que su habilidad para quitarle la nominación a Obama depende ahora de ganar el voto popular general cuando finalice la competencia en junio, provocando tantas dudas sobre si es presidenciable como para persuadir a los superdelegados que se vuelquen a ella. Ayer Obama parecía confiado en que para entonces todavía mantendría la ventaja del voto popular, así como a los delegados de las competencias del estado. Apoyó una sugerencia de que los superdelegados lleven a cabo una reunión para decidir a cuál candidato apoyar, asegurando que la disputa no llegue a la convención de agosto.
Obama tiene una ventaja ahora de 700.000 votos de los 26 millones emitidos y 12 millones de personas tienen una voz en las restantes primarias y caucases. Obama acepta que no hay nada que pueda detener a una tenaz Clinton a que lleve su batalla hasta la convención de Denver el 25 de agosto –con la esperanza de que su campaña se derrumbe en el camino–, pero eso dejará poco tiempo para que el candidato ganador organice y luche por la elección presidencial en noviembre.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère
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