EL MUNDO › MUEREN CINCUENTA Y TRES SUNNITAS CERCANOS A LAS FUERZAS DE EE.UU.
A pesar de que el presidente iraquí, Nuri al Maliki, había proclamado la “victoria definitiva” contra las milicias aliadas a Al Qaida, ayer un kamikaze hizo estallar una bomba en un funeral de una tribu sunnita aliada al gobierno.
Milicianos sunnitas aliados de Estados Unidos contra Al Qaida en Irak fueron blanco ayer de varios ataques que dejaron al menos 53 muertos, en el norte de Irak y en Bagdad. Esta sangrienta jornada se produjo al día siguiente de que el primer ministro iraquí Nuri al Maliki garantizara el miércoles que la “victoria definitiva” contra los seguidores de Osama bin Laden está cerca.
Un kamikaze hizo estallar su carga explosiva en medio de una muchedumbre congregada en la aldea de Bu Mohamed, en la provincia de Diyala, considerada una de las más peligrosas del país. Al menos 51 personas allí presentes murieron y 22 resultaron heridas, según el capitán de policía Abdalá Jasem.
Las víctimas asistían a una ceremonia en memoria de dos hermanos, miembros de una milicia local que lucha contra Al Qaida, muertos hace dos días. Bu Mohamed es un poblado sunnita en el norte de Bagdad donde las tribus locales están comprometidas en una mortífera lucha contra los seguidores de Al Qaida en Irak. Un testigo, Imad Abdalá, primo de los fallecidos, dijo que el kamikaze detonó su carga bajo la tienda de campaña donde estaban reunidos los aldeanos que venían a despedirse de los hermanos. “Había muertos por todas partes, fragmentos de cuerpos despedazados”, explicó Abdalá, aún en estado de conmoción. La familia de los dos muertos había recibido amenazas de miembros de Al Qaida en Irak que buscaban disuadirlos de organizar la ceremonia, aseguró un responsable policial, que pidió el anonimato.
El ataque constituye el atentado más reciente en zonas sunnitas donde predominaba una relativa calma que terminó de modo abrupto esta semana, en medio de temores porque la insurgencia sunnita, que se creía debilitada, comenzó a reorganizarse. Desde mediados del año pasado, la violencia en estas áreas había disminuido debido a un incremento de tropas estadounidenses y a la creación de patrullas civiles sunnitas que se aliaron con las fuerzas extranjeras en el combate contra Al Qaida. Desde hace meses, el ejército regular iraquí y el ejército estadounidense lanzaron operativos contra esos grupos extremistas en cuatro provincias del norte de Bagdad: Diyala, Salahedin, Nínive y Kirkuk.
Se trata del peor atentado desde el 17 de marzo en la ciudad chiíta de Kerbala (sur de Bagdad), que dejó 52 muertos. Se produce además dos días después de la jornada de atentados particularmente sangrienta del martes, que dejaron más de 50 muertos en ciudades donde Al Qaida se mantiene operativa.
El miércoles pasado, un coche bomba mató a por lo menos 40 personas en Baquba, a 60 km al nordeste de Bagdad. Un kamikaze también acabó luego con la vida de otras 13 personas en un restaurante de Ramadi, a 100 km al oeste de Bagdad. Y en Mosul, a 370 km al norte de Bagdad, dos coches bomba provocaron la muerte de doce personas.
Una guerra sin cuartel enfrenta a los seguidores de Osama bin Laden con los combatientes sunnitas que se plegaron en los últimos meses a las fuerzas estadounidenses en Irak. Esos combatientes, pertenecientes a diversas milicias, son en su mayoría ex insurgentes que luchaban contra las tropas estadounidenses. Pero la comandancia estadounidense consiguió que cambiasen de bando, con incentivos financieros, y alistarlos en la lucha contra Al Qaida, junto al ejército iraquí y a unidades estadounidenses, sobre todo en el norte del país. Esos milicianos, que según estimaciones suman 80.000 miembros, se convirtieron en blancos privilegiados de los grupos extremistas, que los acusan de traidores.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux