El presidente ruso saliente, Vladimir Putin, y el jefe de gobierno italiano electo, Silvio Berlusconi, manifestaron ayer, en una rueda de prensa ofrecida en Cerdeña, su intención de reforzar la estrecha cooperación entre sus países en distintos sectores, incluyendo el energético y aéreo.

Berlusconi recibió a Putin sólo unos días después de su victoria electoral en las parlamentarias italianas, en su villa de Cerdeña.

El presidente ruso, que llegó el jueves por la tarde a Cerdeña proveniente de Libia, permaneció veinticuatro horas en Italia como huésped de su “amigo”, quien ofreció una fiesta con un conocido espectáculo de bailarinas como recibimiento en su mansión veraniega, Villa Certosa.

Berlusconi intenta resolver la crisis de la compañía de aviación italiana, que pierde cerca de un millón de euros al día. La aerolínea rusa Aeroflot está dispuesta a volver a intervenir en las conversaciones sobre el futuro y la adquisición de la italiana Alitalia, dijo el premier ruso.

Por su parte, Berlusconi afirmó en referencia a las negociaciones con Air franceKLM que Aeroflot volverá a incluirse en las transacciones en curso.

El futuro primer ministro de Italia recordó que el 30 por ciento de las importaciones de gas y petróleo a Italia provienen de Rusia y que existen muchas posibilidades entre los dos países de colaborar mutuamente en el sector energético y de hidrocarburos.

En tanto, el gigante ruso Gazprom anunció que desarrollará proyectos junto con la empresa italiana de petróleos Eni en el sector del gas en Libia, un resultado directo del viaje de Putin a ese país.