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› NEGOCIACIONES INTENSAS EN LA ZONA DE DESPEJE
A ver si ahora hay acuerdo
Un portavoz de las FARC anunció que se había llegado a un acuerdo para evitar suspender el diálogo con el gobierno de Colombia.
Negociadores de la guerrilla de las FARC y del gobierno colombiano se preparaban para anunciar anoche un nuevo acuerdo para evitar acabar con el proceso de paz, bajo la presión de un ultimátum que vencía a la medianoche, fijado a comienzo de la semana por el presidente Andrés Pastrana. Los negociadores discutían un cronograma que permita no sólo continuar con el diálogo de paz sino darle credibilidad. Para el gobierno –tal como el presidente Pastrana ha reiterado en varias ocasiones– es imprescindible que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se comprometan con una negociación inmediata de cese de hostilidades. El portavoz guerrillero Andrés París dijo que lo esencial del acuerdo estaba listo.
El gobierno y las FARC iniciaron a las 10.30 hora local la reunión decisiva que determinaría si el proceso de paz continuaba o no, a menos de 14 horas de vencerse el ultimátum fijado por Pastrana. Bajo la gestión de las Naciones Unidas, de embajadores de los 10 países facilitadores y de la Iglesia Católica, las FARC y el gobierno debían acordar un cronograma para seguir las negociaciones, congeladas por los rebeldes el pasado 17 de octubre. Antes de iniciarse la reunión de ayer, Raúl Reyes, uno de los voceros de las FARC, señaló que había acuerdo en parte de la propuesta del cronograma presentada por el gobierno, sin dar mayores precisiones. Entrevistado por la prensa en el área de distensión, el negociador de las FARC señaló que “vamos a trabajar sobre el cronograma hoy. Hemos trabajado ayer en los puntos en los que hay coincidencia; los hemos separado ya y hoy queremos concretarlos, y adicionar unos nuevos”.
Consultado sobre el cronograma de la guerrilla, señaló que “lo vamos a presentar hoy”. Andrés París criticó, en una entrevista con la prensa, el plazo que dio Pastrana. “El presidente debe cambiar de reloj y conseguirse un reloj de arena para que no lo atropellen los tiempos que él mismo se pone. No creo que sea un elemento que favorezca la negociación estar poniendo tiempos” –afirmó París–. Las FARC tienen voluntad de trabajar en la mesa (de negociaciones), en los temas de cese del fuego, subsidio al desempleo, disminución del conflicto, la participación de la comunidad internacional... estamos dispuestos a echarlos para adelante”, manifestó. Anteayer, luego de una reunión que duró cerca de ocho horas, el consejero de paz del gobierno, Camilo Gómez, dijo que “se han logrado algunos desarrollos”, pero no un acuerdo propiamente dicho.
En medio de las conversaciones, el país ha vivido una ofensiva de las FARC que ha dejado unos 70 muertos desde el lunes pasado. Si los buenos pronósticos no se confirmaban, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) quedarían con un plazo de 48 horas para abandonar la zona de distensión de 42.000 km2 que mantienen desde hace tres años al sur del país. Las negociaciones de paz estaban sumidas en su peor crisis desde que a mediados de octubre pasado las FARC se negaron a volver a la mesa de negociaciones mientras el gobierno no suspendiera los controles militares en torno de la zona del despeje.
A comienzo de esta semana y tras un ultimátum las FARC aceptaron los controles, y el gobierno señaló que los insurgentes debían comprometerse con una negociación clara sobre el cese al fuego. Mientras tanto, unos 13.000 hombres del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea estaban dispuestos para ingresar a la región del Caguán en caso de que no prosperaran los esfuerzos para salvar el proceso de paz. La mayor parte de los analistas creía que esta perspectiva implicaría un contraataque de las FARC en términos de guerra contra las ciudades y sabotaje a la infraestructura.
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