EL MUNDO › EN BOLIVIA, CINCO PREFECTOS LE PIDIERON A EVO MORALES QUE ANULE EL REVOCATORIO DE AGOSTO Y ANTICIPE LAS GENERALES
Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija llevaron a consulta sus estatutos autonómicos, pero rechazan –junto a Cochabamba– la votación que revocará o confirmará sus mandatos y el del presidente. El gobierno central exige que respeten la ley.
› Por Sebastián Ochoa
Desde Tarija
Falta un mes y medio para que se realice el referéndum revocatorio de mandato para el presidente de Bolivia, el vicepresidente y los prefectos. Es el momento en que los políticos involucrados deciden empezar la campaña para religitimarse o, según las conveniencias, la contracampaña. Ayer, varios medios de comunicación soltaron el rumor de que los titulares de la Media Luna iban a presentar una renuncia colectiva si el gobierno nacional no desactivaba el revocatorio. Pero hasta los involucrados rechazaron la idea por poco inteligente. En cambio, el Consejo Nacional Democrático (Conalde), que reúne a los prefectos de Beni, Cochabamba, Pando, Santa Cruz y Tarija, exigió al presidente Evo Morales que anule el referéndum del 10 de agosto y adelante las elecciones generales. Desde el gobierno pidieron a los prefectos que abandonaran la rebeldía y “no le tengan miedo al pueblo”.
Tras reunirse en el bar Búfalo, en el centro de esta ciudad, los prefectos de Beni, Ernesto Suárez; de Tarija, Mario Cossío; de Pando, Leopoldo Fernández; de Santa Cruz, Rubén Costas, y de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, leyeron su pronunciamiento de tres puntos. En el primero hablan de impulsar y concretar un régimen autonómico en el resto de los departamentos (La Paz, Cochabamba, Chuquisaca, Potosí y Oruro). El tarijeño Cossío sostuvo que “este proceso nunca tuvo una visión regional porque es de carácter nacional”. En segundo término, el Conalde auguró la “implementación efectiva” de los estatutos. Para ello pidieron al gobierno nacional que reconociera la legitimidad de las consultas y de los textos autonómicos.
En el tercer punto indicaron “la urgente necesidad de empezar un proceso de reencuentro nacional”, para lo que Evo debería dejar de “impulsar la confrontación en el país”, según el Conalde. También “se decidió apoyar el hecho democrático que se va a dar en Chuquisaca este fin de semana”, dijo Reyes Villa. Este domingo, la capital de Bolivia elegirá nuevo prefecto. Lo más probable es que sea prefecta, porque la candidata del Comité Interinstitucional de Sucre, Savina Cuéllar, va mejor en las encuestas. El segundo y último candidato es Walter Valda, del MAS, que tiene aceptación en los sectores campesinos e indígenas.
Terminada la sesión del Conalde, el cochabambino dijo que la posición del grupo es “rechazar completamente el referéndum revocatorio, que ha quedado anacrónico ante la realidad actual”. En su lugar, los prefectos opositores proponen que renuncien todos y convocar a nuevas elecciones. En el gobierno nacional suponen que así la Media Luna quiere esquivar el revocatorio, porque se dio cuenta de que será imposible para los prefectos alcanzar el indispensable 50 por ciento de aprobación para seguir en sus cargos. Pero si hubiera elecciones generales, podrían volver a postularse y triunfar con una cifra menor.
El anuncio dio letra a varios funcionarios de Evo. El viceministro de Régimen Interior y Policía, Rubén Gamarra, dijo que los prefectos “no quieren reconocer ni quieren participar del referendo revocatorio porque le temen a este proceso popular y legal”. Y recordó que “fueron estos prefectos quienes reclamaron el referendo revocatorio, el mismo que ahora tratan de esquivar por todos los medios porque saben que el presidente será ratificado”. Para que se vaya Evo, el 53,7 por ciento de la población tendría que pedírselo, porque ese es el porcentaje del electorado que lo votó en 2005. En cambio, algunos prefectos de la Media Luna se irían si el 37 por ciento de los electores lo quisieran. El único que puede estar tranquilo es el cruceño Rubén Costas, que tiene –según él– el 83 por ciento de respaldo.
Para Gamarra, la reunión de Tarija sirvió para que el Conalde viera cómo “profundizar el boicot económico y afectar a la población boliviana”. Y evaluó que el referéndum del pasado domingo, cuando el Sí obtuvo el 80 por ciento, “es igual a los demás, donde el abstencionismo y los votos por el No fueron altamente representativos”. Por su parte, Iván Canelas, vocero del Palacio Quemado, consideró que los prefectos de la Media Luna “se andan haciendo la burla del pueblo boliviano”.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, dijo en el canal del Estado: “¿Por qué se esconden ahora? Si supuestamente ganaron en los plebiscitos autonómicos con las cifras que dicen ¿por qué no quieren ir al referendo revocatorio?”. Los estatutos lograron respaldo del 85 por ciento en Santa Cruz; 82 por ciento en Pando; 79 por ciento en Beni; y en Tarija logró de 78,9 a 80,3 por ciento de apoyo, según datos de los organizadores. El ausentismo rozó, en promedio, el 40 por ciento.
El viceministro de la Descentralización, Fabián Yaksic, declaró por su parte que “tendríamos que ser un poco más serios en el país. Hay una ley de la República, hay una convocatoria a un referéndum revocatorio”. El funcionario agregó que “llegó el momento de las definiciones y el que tiene que definir es el pueblo”.
El domingo en la plaza Cossío dijo que “llegó la hora de la reconciliación nacional, la hora de la pacificación, ha llegado el momento de poner freno a la confrontación fratricida que nos va llevar a la destrucción de la patria. Hay necesidad urgente de recorrer el camino de la paz, construir un gran acuerdo nacional que se sostenga sobre el reconocimiento de estas nuevas legitimidades, de esta voluntad popular expresada en el voto”. Ahora los prefectos esperan la reacción del presidente Morales.
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