Desde Santiago

En principio todo fue fiesta en el Estadio Nacional. Grupos locales y rostros de televisión animaron ayer la conmemoración de los 20 años del triunfo del “No” en el plebiscito que comenzó a desbancar a Pinochet en 1988. Sin embargo, ante unos 6 mil asistentes en el Court Central del Estadio Nacional, más todos los presidentes de los partidos de la Concertación, miembros del gabinete del gobierno, el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, entre otros personajes de la fauna política chilena, la presidenta Michelle Bachelet, puso solemnidad y emoción al asunto al recordar la caída de la dictadura y al llamar a la unidad de la Concertación para asegurar la victoria en los próximos comicios.

“Respondimos a cada desafío, dimos lo mejor, porque así es como se gana, compañeros, camaradas y correligionarios, así es como siempre hemos ganado. Eso fue lo que aprendimos el 5 de octubre de 1988”, señaló en un discurso que apeló a la unión en la coalición oficialista. Más nostálgica, declaró que “no es lo mismo ser padre de la democracia que hijos de la dictadura, no es lo mismo haber llorado porque Pinochet se iba, que haber llorado porque la democracia regresaba. Tengo la mayor convicción de que representamos el mejor camino disponible para Chile, creo que nuestra opción es la que mejor se acomoda a las necesidades de nuestros compatriotas.”

Sin embargo, el mensaje para asegurar el futuro de la Concertación de cara a las elecciones municipales de este mes y las presidenciales de 2009 quedó de manifiesto: “Estoy segura de que en las batallas políticas que vendrán más adelante primará en los partidos el ánimo patriótico de ponerse de acuerdo para levantar un solo programa, más un solo liderazgo que permita continuar con la exitosa senda de progreso y justicia social por la que se ha trabajado”.

Otro que habló fue el ex presidente Ricardo Lagos, quien reiteró que no es candidato presidencial y que no se postulará en la competencia de la Concertación para escoger al representante de La Moneda. “Yo lo digo ahora: la Concertación va a hacer un camino, y en ese camino yo no voy a estar (...) Yo, hoy en día, no soy candidato”, sostuvo. El pasado viernes había dicho a la agencia EFE que dejaría paso a las “nuevas generaciones”.

A 20 años de ese momento clave en la historia que ayer recordaron los chilenos, la realidad de la Concertación es opuesta. La coalición y los propios partidos que le dan vida están fragmentados. Hay una baja aprobación del gobierno y de la mandataria Bachelet, dardos que también tocan a Lagos. Con las municipales y presidenciales a la vuelta de la esquina, la coalición no tiene aún un candidato fijo, mientras Sebastián Piñera, la principal carta de la derecha, sigue ganando votos. En este contexto, la Concertación envió ayer una señal de unidad.