EL MUNDO
› EL CANDIDATO PETISTA SUMA APOYOS, PERO NO EN EL MERCADO
El Lula, una nueva unidad monetaria
El dólar volvió a tocar los cuatro reales en medio de una jornada de incertidumbre espoleada por el gobierno de Cardoso.
Más Lula, más dólar. Luiz Inácio Lula da Silva continuó ayer su campaña aumentando su base de apoyo para el ballottage del 27 de octubre. Luego de los respaldos de los ex candidatos Anthony Garotinho y Ciro Gomes, se sumaron ayer el de algunos partidos aliados a estas candidaturas y apoyos regionales del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que orgánicamente apoya al candidato oficialista José Serra. A su vez, el oficialismo también siguió con su campaña. Pero el dólar tocó la inédita marca de cuatro reales y siguen las presiones: el presidente del Banco Central, Arminio Fraga, dijo que “hay mucha incertidumbre y los candidatos tienen que tomar posiciones”; el presidente Fernando Cardoso afirmó que los que se oponen al ALCA (como Lula) “no saben que los mercados no se ganan dando la espalda a los otros”; el Banco Mundial y el FMI pidieron a Lula que dé señales de que seguirá la senda de Cardoso y el New York Times editorializó que el triunfo de Lula “disgustará a la Administración Bush”.
El principal asesor económico de Lula, Guido Mantega, criticó ayer duramente cómo está sonando la campaña de Serra. “Cuando Fraga dijo ayer (por anteayer) que el Banco Central no puede hacer más para mantener la cotización del dólar, invita a los especuladores a seguir actuando”, denunció. Ayer, Fraga fue todavía más explícito en su participación en la campaña al afirmar, respecto del discurso de Lula, que ayuda a crear “un clima de que todo lo que hacemos está equivocado” y que eso ayuda al alza del dólar. La disputa entre Fraga y Lula tiene ya sus antecedentes en la campaña. Si en algún momento Lula, para dar estas “muestras de responsabilidad”, había dicho que podría mantener en su gobierno a Fraga en el Banco Central, hace un mes fue tajante en un “no” a esa posibilidad.
El real ayer se devaluó un 2,86 por ciento. Un poco antes del cierre, el dólar había tocado los cuatro reales y cerró a 3,99. El anterior techo histórico del dólar era 3,88 reales, alcanzados a fines de septiembre, y algunos analistas encuentran parecidos a esta situación: en ambos casos,
se está a las puertas de un vencimiento de deuda interna pública indexada al valor del dólar, con lo que se alimenta la especulación. El anuncio de acuerdo con el FMI por 30 mil millones de dólares no trajo ninguna calma, entre otras cosas porque la mayor parte de ese dinero será entregado al futuro gobierno y en los hechos actúa como una presión hacia él. En el mercado financiero, la buena noticia que contrarrestó la disparada del dólar fue el alza del 1,79 por ciento de la Bolsa de San Pablo. Pero el riesgo país cerró en 2259 puntos, y cualquier cosa por encima de 2000 es alto.
Lula se reunió ayer con empresarios paulistas. La política de alianzas que está tejiendo el Partido de los Trabajadores (PT) está marchando viento en popa. A los anuncios de Garotinho (hoy confirmado oficialmente) y Gomes de un apoyo a su candidatura para el 27, ayer se sumaron los apoyos oficiales de otros partidos que respaldaban a Gomes: el Partido Progresista Brasileño (PPB), un partido girado hacia la derecha, y el Partido Democrático de los Trabajadores (PDT), del histórico líder laborista Leonel Brizola.
Una vez que el PT logró hasta el apoyo de sectores del PMDB y el PFL, aliados y ex aliados de Cardoso, ahora comenzó la disputa a nivel regional, marcada por el ballottage y que tendrá lugar en varios estados. Y allí, el PT, que ayer se aseguró que el PMDB de Minas Gerais (que responde a Itamar Franco, quien apoyó a Lula) oficializara su respaldo, ahora logró el del PMDB de Goiás y de importantes dirigentes en Santa Catarina y Río de Janeiro. Y no sólo eso: como el PFL y el PMDB tiene que enfrentar a los socialdemócratas (PSDB) de Serra y a otros partidos en algunos estados, están muy interesados en apoyar a Lula para ganar esas gobernaciones. Así estaría ya acordado el apoyo del PMDB de Paraná a Lula a cambio de que el PT apoye a su candidato a gobernador Roberto Requiao contra el PDT, quien a nivel nacional apoya a Lula. La situación del PMDB en Paraíba podría repetirse, ya que allí enfrenta al PSDB, lo mismo que ocurre con el PFL en Rondonia. O sea: el bloque oficialista, disgregado ya cuando el PFL abandonó el gobierno, está en desbande. Serra ni siquiera pudo asegurarse que el PFL lo apoyara orgánicamente, porque en realidad ya está negociando con el PT. Con escasos argumentos frente al hecho de que el 76 por ciento de los electores votaron contra Cardoso, la campaña de Serra depende más del clima de caos económico y del miedo a los planes de Lula que de sus propias fuerzas, y para remontar una diferencia de 23 puntos. Ayer, el titular del Banco Mundial, James Wolfensohn, dijo incluso en sentido contrario a lo dicho por otros funcionarios del organismo que Brasil “no está al borde del precipicio” y que “Lula está rodeado de gente responsable”. Quizás el problema sea que el actual gobierno de Brasil no lo está tanto, creen.
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