Desde México, D. F.

Los narcotraficantes mexicanos “deben ser encarcelados o deben morir”, sentenció el zar antidrogas estadounidense John P. Walters, al responder preguntas durante una conferencia de prensa realizada ayer aquí. A unos días de que el consulado estadounidense en Monterrey fuera atacado a tiros y le lanzaran una granada que no explotó, y luego de que la noche del miércoles se suscitara un tiroteo en las inmediaciones del mismo edificio, lo que originó que las oficinas diplomáticas permanecieran cerradas el jueves pasado, Walters sostuvo que los delincuentes no suelen rendirse pacíficamente, por lo que sólo tienen dos opciones: la cárcel o la muerte.

El director de la Oficina Nacional para el Control de Drogas de Estados Unidos calificó el ataque al consulado de su país en Monterrey, la capital del industrioso estado de Nuevo León, como “una situación muy seria”, y la atribuyó al crimen organizado, sobre el que fue enfático: “O se rinden y se someten a la Justicia o se mueren”.

La retórica estadounidense contrasta con el retraso en la liberación de fondos autorizados por el Congreso norteamericano para la Iniciativa Mérida. Walters justificó la demora y dijo que se están preparando los documentos que permitirán liberar los recursos para tecnología y capacitación que su gobierno ofreció a México.

De paso, la Cancillería mexicana anunció la visita de la secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, la próxima semana, para revisar temas de la agenda bilateral, como la Iniciativa Mérida y la lucha contra el crimen organizado.

En cualquier caso, las declaraciones de Walters coinciden con un nuevo alerta del Departamento de Estado a los ciudadanos estadounidenses que viajen a México para que extremen sus precauciones. Este alerta de seguridad, que estará vigente hasta abril del próximo año, señala una serie de riesgos por el incremento de la violencia relacionada con el narcotráfico, particularmente en estados fronterizos como Baja California y Chihuahua, donde en las últimas semanas han ocurrido ejecuciones y tiroteos de más de dos horas en plena calle.

El embajador estadounidense, Anthony O. Garza –quien está casado con la mujer más rica de México–, resaltó el martes la importancia de que los ciudadanos de su país que viajan a México cada año tengan “información precisa y vigente que les permita tomar decisiones prudentes y evitar situaciones potencialmente peligrosas”.

Más de dos mil personas murieron en todo el país en el último año en ejecuciones vinculadas con el narcotráfico, en medio de una ofensiva lanzada por el gobierno, que involucró a las fuerzas armadas en el esfuerzo, después de constatar la infiltración narco en las fuerzas de seguridad.