EL MUNDO › A PESAR DE LA VENTAJA EN LAS ENCUESTAS NO QUIERE QUE SU TROPA SE RELAJE
De campaña por New Hampshire, uno de los estados que decidirán la contienda, el candidato demócrata recordó a sus simpatizantes que cada voto cuenta y que no hay que aflojar en el tramo decisivo de la campaña electoral.
› Por Mónica C. Belaza *
Desde Londonderry, New Hampshire
No habrá más debates y las encuestas son muy favorables para Barack Obama. Algunos sondeos hacen pensar que el candidato demócrata podría ganar por goleada. Precisamente por eso, Obama insiste en que no hay que dar la batalla por ganada y recuerda a sus seguidores que “cada voto es importante”. Sabe que una amplia participación es fundamental para llevarlo a la Casa Blanca y no quiere dejar que la tensión final de los votantes se relaje hasta el punto de que muchos de ellos no acudan a las urnas. Ahora que el viento está a favor, al candidato demócrata le toca mantener el pulso vivo durante los 17 días que quedan hasta las elecciones.
“No hay que dar nada por hecho”, dijo el jueves Obama en Londonderry, New Hampshire, en su primer mitin tras el último debate. Y repitió la idea el viernes en Virginia. “Cada voto es importante. Deben seguir haciendo llamadas de teléfono, hablando con sus vecinos, con sus amigos. En New Hampshire aprendí que los sondeos no son infalibles”, señaló, haciendo referencia a las primarias demócratas, cuando perdió en la región a pesar de que las encuestas le colocaban por delante de Hillary Clinton. Sus seguidores están de acuerdo en que hay que ser cautos. Los demócratas están escaldados con las últimas dos elecciones presidenciales y tienen miedo de que algo imprevisto ocurra también esta vez. Las encuestas daban por vencedor a Al Gore en octubre de 2000, y acabó perdiendo.
La campaña del demócrata está enviando correos electrónicos a sus simpatizantes para que hagan un esfuerzo final. Les piden que se trasladen algunos fines de semana a estados todavía no del todo asegurados, como Virginia o Pennsylvania, para ayudar con las llamadas telefónicas o los encuentros cara a cara con votantes indecisos. El programa se llama Get Out The Vote (consigue el voto). Algunos que ya han participado animan a otros a que se impliquen a fondo durante el poco tiempo que queda hasta la jornada electoral.
Mientras tanto, Obama sigue recorriendo el puñado de estados que están en carrera para explicar los detalles de su programa económico. Ha pasado los dos últimos días en New Hampshire y Virginia, dos estados clave de la costa Este que parecían complicados –especialmente Virginia, donde su partido no gana una elección presidencial desde hace 44 años– pero en los que en estos momentos Obama está muy por encima en las encuestas.
Sobre todo en New Hampshire, donde parece que la suerte ya está echada: los últimos sondeos le dan una ventaja de más de 10 puntos sobre McCain. Este estado es un ejemplo de cómo ha ido ganando terreno Obama en los últimos meses. En mayo, el republicano lo aventajaba por un amplio margen. New Hampshire y Virginia tienen cuatro y trece votos electorales respectivamente, de los 270 que hacen falta para ganar la presidencia. Son dos estados muy distintos. New Hampshire es una región tradicionalmente demócrata que se ha ido acercando a los republicanos en los últimos años. En 2000 ganó Bush por apenas un punto y medio de ventaja. En 2004 lo hizo Kerry, pero también por una mísera diferencia. Se ha convertido en un estado oscilante por el que ambos partidos deben luchar hasta el final. Parece que este año la numerosa población joven de la región va a ser decisiva.
Virginia, sin embargo, hogar de la Asociación Nacional del Rifle, fue hasta hace poco una región sureña indudablemente republicana. Pero las cosas están cambiando. Los suburbios del norte se están poblando con progresistas y moderados llegados de Washington y, en estos momentos, las encuestas dan una ventaja de ocho puntos a Obama sobre McCain, lo que hace unos meses parecía imposible. El candidato hizo ayer campaña en Roanoke, el complicado sur del estado. Y va a lanzar una nueva serie de anuncios también en la vecina Virginia occidental, feudo republicano en el que las encuestas están ahora sorprendentemente ajustadas. No se da nada por perdido.
Mientras Obama busca nuevos territorios, sus seguidores sólo quieren que pasen rápido estos 17 días. En Londonderry, un joven decía que deseaba que los resultados electorales estuvieran ya firmados y entregados, como la canción de Stevie Wonder que cierra todos los mitines de Obama: Signed, sealed, delivered (“I’m yours”). No quieren que nada ni nadie les quite la miel que ya tienen en los labios.
* De El País de Madrid. Especial para PáginaI12.
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