Mañana Brasil y Chile irán a las urnas para elegir a sus autoridades municipales. En el caso del primero se trata de la segunda vuelta. Las cinco ciudades más influyentes del país pasaron a ballottage y se vislumbra que el oficialismo podría perder el impulso de la primera vuelta. En Chile, en cambio, la Concertación y partidos de izquierda aliados como el comunista esperan imponerse, aunque se prevé que el margen será estrecho. Se juega la antesala de las elecciones presidenciales del año próximo.

En Brasil, se juegan las alcaldías de Río de Janeiro, San Pablo, Belo Horizonte, Porto Alegre y Salvador. En Río todavía persiste un empate técnico, mientras que en San Pablo la ex ministra de Turismo de Luiz Inácio Lula da Silva, Marta Suplicy, posiblemente pierda. En Belo Horizonte, en cambio, el PT realizó la apuesta más arriesgada, ya que se alió localmente con el opositor PSDB. La victoria es casi asegurada. Tanto en Porto Alegre como en Salvador, la capital de Bahía, los actuales alcaldes se impondrían cómodamente frente a los candidatos oficialistas.

En Chile tanto la Concertación como la derecha descartan que la mayoría de las alacaldías se las llevará el centroizquierda. Para el gobierno, el voto se dividirá 47 por ciento a 40 por ciento; mientras que la oposición estima que será 45 a 41. Para mantener sus bastiones, a pesar del deterioro en las encuestas, la Concertación acordó por primera vez en su historia ir con listas separadas en la elección de concejales. Además, negociaron una alianza con los comunistas para no competir en los mismos distritos.