EL MUNDO
› HABLA ABDEL RAZZAK EL-HASHIM, ASESOR PERSONAL DE SADDAM HUSSEIN
“EE.UU. quiere a Irak por el petróleo”
Abdel Razzak el-Hashim es asesor de Saddam Hussein.
Ahora se encuentra en Europa, tratando de capitalizar la fractura transatlántica en torno a Irak. En este reportaje de Página/12, acusa a EE.UU. de impedir el retorno de los inspectores de armas a su país. El propósito sería la adquisición de la segunda reserva petrolera del mundo.
› Por Eduardo Febbro
Página/12
en Francia
Desde París
Abdel Razzak el-Hashim no pierde a menudo la paciencia. Sin embargo, este ex ministro iraquí de la Enseñanza Superior y de la Investigación Científica, miembro del partido Baas y actual consejero personal de Saddam Hussein, se altera al extremo cuando pronuncia el nombre del presidente norteamericano George W. Bush. Cada vez que dice “Bush”, Abdel Razzak el-Hashim sube el tono de la voz casi sin darse cuenta. En momentos en que la opción militar contra Irak se menciona cada vez en Estados Unidos, el consejero del presidente iraquí vino a Europa a defender la causa de Bagdad, principalmente a Francia, país que es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y que se opone férreamente al uso de la fuerza. Para Abdel Razzak el-Hashim, la administración norteamericana quiere impedir a toda costa el retorno de los inspectores de la ONU porque, asegura, la guerra que Bush quiere desencadenar tiene un solo objetivo: controlar la segunda reserva petrolífera del mundo, es decir, la de Irak.
–El gobierno iraquí aceptó finalmente las condiciones impuestas por la comunidad internacional para que la ONU continuara supervisando el arsenal militar iraquí. Sin embargo, aún persiste una polémica entre la administración del presidente norteamericano George W. Bush y Saddam Hussein. Según usted, ¿qué falta o qué sobra para que la situación se desbloquée?
–Nosotros aceptamos el regreso sin condiciones de los inspectores de la ONU pura y simplemente porque a nosotros nos conviene que los inspectores terminen su trabajo en Irak. Como usted sabe, la administración norteamericana trata por todos los medios de poner obstáculos e impedir así el retorno de los inspectores de la ONU. A pesar de la resolución votada por el Consejo de Seguridad de la ONU exigiendo el regreso de los inspectores, Washington dice que éstos no volverán. En un informe reciente, Estados Unidos asegura que Irak debe “anunciar y destruir”. Sin embargo, nosotros no dejamos de repetir que no tenemos armas de destrucción masiva en Irak. Entonces, lo que yo me pregunto es ¿cómo vamos a resolver este problema si los inspectores de la ONU no vienen a Irak? ¿A quién hay que creer? ¿A los norteamericanos o a los iraquíes? En el contexto actual, nos resulta imposible probar que no tenemos armas de destrucción masiva.
–El Consejo de Seguridad, o en todo caso sus cinco miembros permanentes, están divididos sobre el tema iraquí. Estamos Unidos pugna por una nueva resolución muy exigente, mientras que Rusia estima que las resoluciones actuales son más que suficientes para garantizar la supervisión de las armas y Francia sostiene que es preciso adoptar una resolución en dos tiempos.
–Actualmente hay una serie de compromisos en juego en torno de las resoluciones de la ONU. Si Estados Unidos logra imponer su punto de vista, entonces habrá guerra. Pero yo creo que lo mejor que podemos hacer es dejar que los inspectores de la ONU hagan su trabajo libremente, es decir, tal como lo estipula la última resolución del Consejo de Seguridad. Después, en caso de que Irak no coopere, es posible remitirse una vez más al Consejo para ver las sanciones y todo lo demás. Creo que adoptar ahora, tal como quiere Washington, una nueva resolución introduciendo nuevas condiciones no es necesaria. Además, esas condiciones suplementarias no son ni necesarias ni aceptables. Sólo sirven para complicar la situación. Eso es todo.
–Pero por encima de la ONU y de los países opuestos a la guerra como Francia y Rusia, Bush dice estar preparándose a librar una batalla contra Saddam Hussein.
–Hay una cosa que debe quedar muy clara: que el ataque norteamericano se produzca mañana, la semana próxima o dentro de tres meses, nosotros contamos con los medios para defender a Irak, tenemos lo que hace falta para impedir que la administración norteamericana alcance sus objetivos. Esa es la única alternativa que nos queda. Si no procedemos así perderemos el país. Nosotros nunca hemos buscado saber quién nos apoya y quién no. Irak siempre contó con sus capacidades propias para actuar, no esperamos nada de nadie. Bush quiere remplazar el gobierno en Irak, quiere tomar el control del petróleo iraquí y no le importa el riesgo latente de que, luego, los iraquíes se enfrenten entre sí. Nadie quiere una situación semejante y es por esa razón que los iraquíes se defenderán a fin de evitar que se produzca un desastre semejante. Mi país ha sobrevivido hasta hoy.
–Con todo, más allá del tema de las armas, no se puede decir que Saddam Hussein sea un ejemplo de democracia.
–¿Pero quién se cree que es George Bush para pretender cambiarnos el presidente, para dictarnos nuestro modo de vida? ¿En qué ley se basa Bush para querer cambiar el sistema de gobierno en Irak? Nuestro gobierno es un asunto del pueblo iraquí. Ninguna nación que se respete aceptaría algo así. Desde hace 12 años, todos los días, soportamos los ataques en las líneas del norte. Desde hace 12 años soportamos las sanciones, el bloqueo y el embargo. Créame, el efecto que las sanciones y el bloqueo tienen sobre la gente valen más que cualquier guerra. ¡Hasta el agua que consumimos es de mala calidad por culpa del embargo! Sufrimos desde hace mucho pero resistimos. Y no somos los únicos.
–¿Bagdad está resignada a una nueva guerra?
–No se puede ignorar la importancia del petróleo en todo esto. Todos los países no cuentan con las reservas petroleras necesarias para subsistir durante los próximos 50 años. Unicamente Arabia Saudita, los países del Golfo e Irak se encuentran en regiones donde las reservas petroleras son lo suficientemente importantes como para suministrar al resto del mundo. Las compañías norteamericanas controlan el petróleo de Arabia Saudita y el Golfo. Las reservas iraquíes son las segundas reservas de petróleo del mundo y no están controladas por Estados Unidos. Si los norteamericanos llegaran a tomar el control del petróleo iraquí, Europa, Japón y Asia van a sufrir el chantaje de Estados Unidos. Entonces tendrán que comprarle el petróleo directamente a Washington a 200 dólares el barril. ¿Y quién podrá decirles que no a los norteamericanos si ellos serán la única fuente? Si los Estados Unidos se apoderan del petróleo iraquí van a dominar el mundo, el cual tendrá un único polo y un solo amo. Mientras Irak resista el mundo seguirá siendo multipolar. La comunidad internacional debe unirse para defender sus intereses futuros. El pueblo iraquí pagó un precio exorbitante porque se negó a ceder ante Estados Unidos. Nos negamos a entregar nuestro petróleo y nuestra soberanía. Hemos sido capaces de aguantar. Yo espero que los europeos sean conscientes de todo esto, que los países como Francia que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU no acepten ningún compromiso sobre el proyecto de resolución de la ONU defendido por Londres y Washington y que apunta a establecer un mecanismo automático de recurso a la fuerza contra Irak. Irak es un gran país productor de petróleo y nadie puede sacarlo de su agenda.
–Entre los argumentos escuchados recientemente, Estados Unidos afirma que Irak se ha convertido en un refugio, en una suerte de base para los miembros de la red Al-Qaida.
–¿Pero cómo quiere usted que Irak sea un escondite para los hombres de Bin Laden si, hace un mes y medio, el gobierno central iraquí distribuyó armas en el norte de Irak para impedir que los islamistas se infiltraran en nuestro territorio? Gracias a esa decisión supimos proteger a Irak de Al-Qaida.
Subnotas