EL MUNDO › LA UE NEGOCIA TRATADOS DE LIBRE COMERCIO CON COLOMBIA Y PERú
El bloque apartó de las negociaciones comerciales a Ecuador y Bolivia. Evo Morales lamentó que la decisión afecte la unidad de la Comunidad Andina de Naciones (CAN). Su par peruano, Alan García, señaló que no se trata de ningún quiebre.
La Unión Europea hizo a un lado a Bolivia y Ecuador y negociará un acuerdo comercial solamente con Colombia y Perú. “Lo lamento, ya que la Comisión no ha escatimado esfuerzos”, dijo la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero Waldner. La funcionaria de Bruselas intentó verse derrotada y esquivar las interpretaciones ideológicas. No lo logró. “Existe una enorme preocupación porque se pretende romper la unidad de la CAN (Comunidad Andina de Naciones) al negociar con la Unión Europea”, advirtió el presidente boliviano, Evo Morales. Hacía menos de un mes, los cuatro gobiernos andinos habían acordado en Guayaquil relanzar las negociaciones por un Tratado de Libre Comercio (TLC) en bloque.
Ayer, ni el gobierno peruano ni el colombiano hicieron mención a esa cumbre. En aquel encuentro, Alan García había felicitado al bloque europeo por su paciencia y su flexibilidad para permitir una negociación que incluyera a todo el bloque andino. Lima intentó mantener ese tono diplomático, aunque cambió un poco el contenido. “Un acuerdo con la UE no es excluyente, no quiebra ninguna unidad, sino que simplemente abre opciones más interesantes y más realistas para avanzar en la negociación”, explicó el canciller José García Belaúnde.
Mientras el ministro peruano dejó abierta la puerta a una eventual inclusión de sus dos socios andinos, su par colombiano, Jaime Bermúdez, descartó que se pudiera volver a un proceso grupal. “La idea que nosotros tenemos ahora es que sea una negociación bilateral, de Colombia con la UE y de Perú con la UE, por fuera del marco de la CAN.”
En la cumbre de Guayaquil del mes pasado, el presidente Rafael Correa había sostenido que ni La Paz ni Quito, los dos países más pobres del bloque andino, podían firmar un TLC con Europa que no reconociera las asimetrías económicas y sociales que existen entre ambos. Según explicó a este diario el director de Flacso en Ecuador, Adrián Bonilla, el proyecto del TLC europeo no coincide con el modelo de desarrollo nacional que tienen los gobiernos de Morales y Correa.
“Un acuerdo daría ventajas comerciales a una economía mucho más protegida como la europea”, concluyó el analista. Morales le dio la razón unas horas después, en una conferencia de prensa en el Palacio del Quemado. “Daremos dura batalla junto a los movimientos sociales sobre patentes, servicios básicos y temas de comercio. Tenemos argumentos porque queremos un comercio justo y que se respete nuestros recursos naturales.”
Esos argumentos son los mismos que Morales y Correa esgrimieron el año pasado al rechazar el TLC con Estados Unidos. Perú y Colombia, en cambio, aceptaron. El primero ya entró en vigor y el segundo aún espera la ratificación del Congreso norteamericano, en donde los demócratas piden agregar garantías para los trabajadores y el medioambiente.
El TLC con Washington fue apenas el primero de una serie de conflictos dentro del bloque. En marzo pasado la tensión dentro de la región llegó a su clímax. Ecuador rompió relaciones con Colombia, después de que su vecino bombardeara parte de su territorio para matar al número dos de las FARC, Raúl Reyes. El malestar sigue y Alvaro Uribe fue el único de los cuatro presidentes que no fue a la cumbre de Guayaquil. Mandó a su canciller.
“Lo de la UE fue la cereza del pastel; la prueba última de que el bloque ni siquiera puede alcanzar consensos mínimos”, explicó Bonilla. El analista ecuatoriano no quiso hablar de ruptura, pero dejó poco margen al optimismo. “¿Qué futuro tiene un bloque regional que no tiene una visión común? Y peor aún, en el que dos miembros ni siquiera se pueden hablar.”
Por el momento no se avizoran consecuencias inmediatas para los dos países que quedaron fuera de la mesa de negociación. Sin embargo, después de que los presidentes de Bolivia y Ecuador le dijeron que no al TLC estadounidense, Washington puso en duda el ATPDEA, un conjunto de beneficios arancelarios que la superpotencia otorga a los países de la región andina a cambio de su cooperación en la lucha contra el narcotráfico. El mes pasado, La Paz los perdió. El gobierno de Barack Obama decidirá el destino de Quito.
En las últimas décadas, la UE financió muchos de los proyectos de integración de la CAN. “Es razonable creer que cuando el TLC con Perú y Colombia se concreten, estos fondos desaparecerán en el resto de la región”, advirtió Bonilla.
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