El ex presidente chileno Ricardo Lagos reconoció en una carta enviada ayer a los medios que podría aceptar una candidatura presidencial oficialista para las presidenciales de 2009. La figura de Lagos posee gran peso político dentro de la Concertación y podría ser de utilidad en estos momentos para que la coalición de centroizquierda logre reunificar sus fuerzas internas, teniendo en cuenta el traspié electoral que sufrió en las elecciones municipales del pasado 26 de octubre.

Poniendo condiciones y aceptando los desafíos del futuro, la postulación del ex mandatario llega cuatro días después de que fuera elegido como precandidato presidencial por el Partido por la Democracia (PPD), fundado por él hace veinte años y actualmente liderado por su hijo Ricardo Lagos Weber. Además, el PPD forma parte de la Concertación Democrática (junto al Partido Socialista, la Democracia Cristiana y el Partido Radical), que gobierna Chile desde 1990.

La misiva arranca con un Lagos cauteloso que plantea que su nombre está fuera de cualquier competencia para la presidencia chilena. “Yo no busco ni he buscado ser candidato para un segundo mandato presidencial. Es por ello que he declarado reiteradamente que mi nombre no está compitiendo en el proceso de designación del candidato de la Concertación”, señaló.

Pero inmediatamente pone de manifiesto su capacidad de líder para asumir el compromiso de aglutinar a las fuerzas de un oficialismo debilitado, luego de las diferencias internas de la Democracia Cristiana antes de las municipales. “Lo anterior no significa restarme a los desafíos del futuro. Ustedes saben bien que jamás he eludido un desafío de condición política cuando he tenido el convencimiento ético y político que es mi deber hacerlo, sobre todo cuando he sido depositario de las esperanzas de nuestro pueblo por un futuro mejor”, agregó.

Entre la condiciones que Lagos planteó para poder seguir adelante con su proyecto presidencial dentro de la Concertación se cuenta el “tener ideas y propuestas que conduzcan la acción del nuevo gobierno y una coalición ordenada que actúe con cultura y con lealtad hacia su gobierno”. Sin embargo, el ex mandatario ha deslizado otra condición en caso de que su postulación sea avalada por los partidos de la alianza oficialista. En diferentes oportunidades afirmó su intención de no participar de las primarias de la Concertación, en las que se definirá al sucesor de la socialista y actual presidenta, Michelle Bachelet.

Pero lejos de ser una causa cerrada, la carrera presidencial en Chile recién comienza. Esto es así porque la candidatura de Lagos se enfrenta con las aspiraciones del actual secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y del ex presidente demócrata cristiano Eduardo Frei (1994-2000).

Desde hace ya bastante tiempo, Insulza es la carta de la dirigencia del Partido Socialista para el 2009, en el que Lagos también milita (además de hacerlo en el PPD). El nombre de Frei también tiene gran importancia dentro del oficialismo, y difícilmente se baje para la carrera presidencial, ya que pertenece al segundo partido más fuerte de la Concertación, junto al socialismo. Con este escenario inicial, la coalición gobernante deberá competir con un solo candidato, el cual podría ser electo en las primarias que se realizarán entre abril y mayo de 2009.

A través de su carta pública, el ex jefe de Estado defendió las obras y la gestión de su gobierno (2000-2006), que actualmente es muy criticada por la derecha, que buscará retornar al poder en 2009. Hasta el momento, la oposición que representa a los sectores más reaccionarios de la sociedad está liderada mayoritariamente por el multimillonario Sebastián Piñera, con proyección positiva en los últimos sondeos.