Alrededor de cincuenta y cinco personas murieron y un centenar resultaron heridas luego de que un atacante suicida se inmoló ayer dentro de un restaurante ubicado al norte de Bagdad. La explosión se registró en la ciudad de Kirkuk, en una zona controlada por combatientes kurdos y étnicamente mixta, en la cual persiste una fuerte tensión entre árabes, kurdos y turcomanos. Se trata del ataque más letal perpetrado en Irak en los últimos seis meses.

Según fuentes policiales, el hecho ocurrió en las primeras horas de la tarde y en el lugar había varias familias celebrando el último día de la festividad musulmana del Eid Al Adha, la principal del calendario musulmán. Mohammed Abdala, médico del servicio de emergencias iraquí, señaló que la llegada de víctimas al hospital era incesante, y ante la afluencia de los heridos, la policía pidió donaciones de sangre.

Además, en el momento del atentado también se encontraban almorzando varios jefes de tribus y comunidades locales junto con representantes del presidente iraquí, Jalal Talabani (de origen kurdo), analizando la situación en Kirkuk. Ninguno de ellos resultó herido, dado que estaban en otra sala, pero cuatro custodios sufrieron lesiones.

Atentados y enfrentamientos entre comunidades se producen con cierta frecuencia en la rica provincia petrolera de Kirkuk, que tiene unos 900.000 habitantes, repartidos en varias comunidades. Tanto los kurdos como los turcomanos son considerados sus habitantes históricos.

Los más nuevos en esta región son los cristianos y los árabes, llegados gracias a la política de “arabización” forzada del ex fallecido dictador Saddam Hussein. Los kurdos, que son la etnia mayoritaria, quieren anexar Kirkuk y la circundante provincia de Tamim al Kurdistán iraquí, pero los turcomanos y árabes desean que la provincia siga bajo control del gobierno central de Bagdad, por temor a ser discriminados.

El presidente Talabani condenó el atentado suicida y aseguró que los terroristas no estropearán la unidad nacional iraquí ni la coexistencia pacífica que ha existido durante cientos de años entre la diversa población de Kirkuk. “Al tiempo que condenamos de forma vehemente esta operación terrorista atroz ejecutada por lo que queda de un terrorismo derrotado, queremos resaltar que los terroristas nunca podrán estropear los extraordinarios logros en seguridad conseguidos en todas las provincias del país”, expresó el mandatario.