Más de cuarenta opositores políticos al gobierno de Robert Mugabe y activistas de derechos humanos desaparecieron en Zimbabwe en el último mes, denunció el vocero del principal partido de oposición.

“Las desapariciones y secuestros aumentan día tras día. Ahora parece que se suceden en todo el territorio nacional”, afirmó Nelson Chamisa, portavoz del Movimiento por el Cambio Democrático (MCD).

La actual ola de intimidación política, de acuerdo con fuentes anónimas del ejército, tiene como objetivo intimidar a los militantes que trabajan sobre el terreno de la mano de numerosas ONG internacionales. En general, los secuestros apuntan a los cuadros intermedios de las organizaciones.

Pero también algunas personalidades importantes sufrieron el rigor del régimen. Entre los secuestrados en las últimas dos semanas se encuentran Chris Dlamini, responsable de la seguridad del MCD, y Jestina Mukoko, directora del proyecto “Paz en Zimbabwe”, una coalición de activistas cibernéticos que buscan reformas democráticas en el país africano.

A pesar de las peticiones hechas por abogados y organizaciones internacionales, nada se sabe de la suerte de estas personas.

Según observadores de Human Rights Watch, en Zimbabwe ya se documentan cientos de casos de desaparecidos políticos y falsos encarcelamientos, seguidos por lo general de tortura y muerte.

Por su parte, la policía local afirma no saber nada acerca de los más de cuarenta desaparecidos. Sin embargo, según algunos informes locales, se sospecha que buena parte de los secuestrados, de encontrarse aún con vida, podrían estar detenidos en una base militar cerca de la frontera con Zambia, al norte del país.

El año pasado, Mugabe perdió las elecciones a pesar de un fraude masivo, pero nunca admitió su derrota y las gestiones encabezadas por Sudáfrica para formar un cogobierno con la oposición terminaron en fracaso y desde entonces el gobierno quedó aislado internacionalmente, aún más de lo que ya estaba.