EL MUNDO › PRIMERA VISITA A ISRAEL DE LA CANCILLER ESTADOUNIDENSE DEL GOBIERNO DE BARACK OBAMA
Clinton dejó en claro que para Estados Unidos la creación de un Estado palestino es la solución al conflicto de Medio Oriente. Pero Netanyahu no manifestó su apoyo público a la solución de dos Estados y Hamas criticó también la iniciativa.
Hillary Clinton visitó ayer Israel y dejó en claro que para Estados Unidos la creación de un Estado palestino es la solución al conflicto de Medio Oriente. En su primera visita a Israel desde que asumió el cargo, la jefa de la diplomacia estadounidense realizó un raid diplomático para despejar cualquier duda sobre la posición de su gobierno frente al conflicto. “La única solución que mi país considera es la de los dos Estados: junto a Israel debe existir un Estado palestino independiente, próspero y seguro”, explicó Clinton en conferencia de prensa en Jerusalén. Clinton se reunió primero con su homóloga Tzipi Livni, ministra saliente de Relaciones Exteriores, y entre ambas cancilleres hubo coincidencias. Clinton reiteró lo que, según ella, Washington entiende como el único camino para solucionar el conflicto. “Al final, trabajar por una solución de dos Estados es inevitable”, aseguró Clinton, tras lo cual marcó otras prioridades. “Pero ahora, el primer paso, sin esperar un nuevo gobierno (israelí), es un alto el fuego duradero en Gaza. Para ello, los disparos de cohetes desde la Franja deben cesar de inmediato”, agregó.
Livni no sólo estuvo de acuerdo con que los palestinos tengan su propio Estado, sino que dijo que ése era el interés de su país. “Un acuerdo de este tipo con los palestinos no sería una concesión a Estados Unidos ni a los palestinos, sino un interés de Israel como Estado judío y democrático”, razonó.
La jefa del Departamento de Estado se entrevistó luego con Benjamin Netanyahu, nominado como próximo primer ministro israelí. “Hemos mantenido un diálogo profundo e importante sobre la cuestión palestina, Irán y otros temas. Acordamos reunirnos de nuevo cuando hayamos formado el gobierno y entonces cooperar para llevar la paz, la seguridad y la prosperidad a la región” declaró el líder conservador.
Sin embargo, el conflicto con los palestinos no fue un punto en común con el jefe del Likud. Tras el encuentro, Netanyahu no manifestó su apoyo público a la solución de dos Estados, sino sólo su voluntad de continuar el diálogo. Además, dijo no estar de acuerdo con el proceso de paz en su forma actual y apostó por una paz económica con los palestinos, es decir, basar los esfuerzos en impulsar su economía y desarrollar las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina (AP), tratando así de lograr prosperidad económica para ese pueblo pero dejando de lado la constitución de un Estado.
Irán también fue parte de la agenda y aquí las distancias entre los dos países se redujeron. “Debería existir un límite de tiempo para cualquier diálogo con Irán”, remarcó Netanyahu, quien aclaró que el régimen de Teherán y su programa nuclear constituyen una de las preocupaciones centrales de su país, ya que, según él, los iraníes estarían en capacidad de fabricar la bomba atómica para fines de este año o comienzos del que viene. “Tenemos que pensar con creatividad para ir hacia adelante y crear una realidad diferente, tanto en términos de seguridad como políticos, y esto es un objetivo de los dos países”, agregó el israelí. Sobre este punto, Clinton respaldó la posición de Netanyahu y aseguró que EE.UU no desea que Irán tenga una bomba atómica. “Tenemos intención de hacer todo lo posible para impedir a Irán hacerse con armas nucleares”, recalcó.
No obstante las diferencias que se evidenciaron entre ambos, la ex primera dama dejó en claro que la alianza de su país con Tel Aviv se mantendrá con el próximo gobierno. “Estados Unidos e Israel siguen siendo aliados fundamentales. Esto no significa que, como buenos amigos, no podamos tener también opiniones diferentes”, sugirió la secretaria de Estado. “Mi país apoyó siempre al pueblo y al gobierno israelíes, y así lo seguirá haciendo”, enfatizó.
Además, Clinton anunció que su gobierno enviará en los próximos días dos emisarios a Siria en busca de una perspectiva más amplia para los problemas de la región. “Un representante del Departamento de Estado y uno de la Casa Blanca se trasladarán a Damasco con el objetivo de examinar temas bilaterales así como analizar las posibilidades de una mayor cooperación siria para solucionar los problemas de la región”, explicó.
Por su parte, diferentes líderes de Hamas manifestaron su escepticismo y desconfianza frente a las gestiones del nuevo gobierno norteamericano.
“Su gira fue decepcionante. Lo único que demuestra es que no habrá cambios en la política estadounidense en la región”, opinó Mu-shier al Massri, legislador de Hamas en la Franja. Taher al-Nunu, portavoz del movimiento islamista, acusó a Clinton de parcialidad y subrayó que Hamas no aceptará las tres condiciones planteadas por el Cuarteto para Medio Oriente –integrado por EE.UU, Rusia, la Unión Europea y la ONU– para acabar con el aislamiento internacional de su organización: reconocer a Israel, renunciar a la violencia y apoyar los acuerdos de paz firmados previamente por la AP.
Clinton se trasladará hoy a Ramalá (Cisjordania), donde se reunirá con el presidente de la AP, Mahmud Abbas.
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