Desde Nueva York

Los fanáticos de los talk shows nocturnos están acostumbrados a que la política invada el tradicional repertorio de chistes y chismes de la farándula durante la campaña electoral. Pero no están acostumbrados a ser molestados una vez que las elecciones pasaron. Es un acuerdo tácito entre los comediantes y los amantes del sofá que se ha mantenido durante cuatro años. Pero ya no más.

Rompiendo con una tradición que puede o no traerle beneficios, el presidente Barack Obama visitará mañana los estudios Brunbank del Tonight Show de Jay Leno para hablar de temas tan hilarantes como el derrumbe económico, los bonos sucios de Wall Street y el inédito presupuesto de 3550 millones de dólares.

Romper las reglas parece ser una marca distintiva del paso de Obama por la Casa Blanca. Como NBC, la emisora que trasmite el programa de Leno desde hace 17 años, hizo saber ayer, mañana será la primera vez que Obama se presente ante una audiencia en vivo y también la primera vez que un presidente en el cargo participa de un talk show de ese estilo.

Pero lo cierto es que la presencia de Obama en el programa de Leno no es tan novedosa. Los dos candidatos presidenciales, él y su rival republicano John McCain, participaron en este tipo de programas durante la campaña electoral. Obama estuvo tanto en el Tonight Show de Leno y en la competencia, en CBS, The Late Show con David Letterman.

Y si la movida suena un poco a desesperación, recuerden que Obama todavía disfruta de una popularidad de más del 60 por ciento, una cifra aún más alta de la que gozaba Ronald Reagan durante sus primeros días en el cargo. Sin embargo, Obama enfrenta sin dudas un creciente enojo popular, provocado principalmente por los planes de salvataje a los bancos y el reciente escándalo por los bonos de AIG.

El presidente espera poder utilizar la entrevista para promocionar el presupuesto multimillonario que armó y que será la base que permitirá lanzar sus iniciativas más importantes, como las políticas para frenar el cambio climático y la reforma al sistema de salud. Actualmente el presidente enfrenta una dura oposición de los republicanos en el Congreso e, incluso, de algunos de los congresistas y senadores demócratas.

El objetivo, explican los hombres de Obama, es lograr que Leno rompa con el pequeño grupo de periodistas que cubre la Casa Blanca y el aún más pequeño grupo de interesados que sigue día a día las noticias políticas. Básicamente, llegar al norteamericano medio.

Por eso, no es sorprendente que el equipo de Obama haya elegido a Leno, cuyo humor está diseñado más para adormecer que para excitar. Muy diferente sería si el presidente hubiera elegido rendirse ante los ácidos comentarios de Jon Stewart, el presentador de Comedy Central.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.