EL MUNDO › EMITIó UN VIDEO CONCILIADOR PARA EL AñO NUEVO IRANí, PIDIENDO “UN NUEVO COMIENZO”
Fueron tres minutos de televisión subtitulada por satélite, invitando a rehacer las relaciones tras “tres décadas de desconfianza”. La primera respuesta oficial de Teherán fue hosca, exigiendo “que se disculpen”.
› Por Anne Penketh *
En un gesto sin precedentes, el presidente Barack Obama ofreció ayer a Irán abrir “un nuevo comienzo” para dar vuelta la página después de tres décadas de enfrentamientos y desconfianza entre los dos países. El mensaje de video fue transmitido por la emisora internacional Voice of America. La reacción inicial de los funcionarios iraníes a esta apertura fue fría, con un asistente del presidente Mahmud Ahmadinejad diciendo que Teherán quería ver “pasos prácticos de la administración Obama”.
En el que es el discurso más decisivo sobre política exterior de su joven mandato, el presidente afirmó que Washington está comprometido a buscar “lazos constructivos” con la república islámica y que Teherán debe tomar su “sitio justo” en el mundo si renuncia al terror y abraza la paz.
El discurso de Obama, de tres minutos y medio, preparado para que coincidiera con las celebraciones del año nuevo iraní, fue largo en halagos y a pesar de que fue corto en detalles, marca un cambio de tono significativo respecto de las posturas del presidente George Bush.
Reconociendo “serias diferencias entre los dos países”, que no mantienen relaciones diplomáticas desde la toma de rehenes en la Embajada de Estados Unidos en Teherán en 1979, Obama dijo que “mi administración está comprometida ahora con una diplomacia que aborde todo el espectro de asuntos entre nosotros, y a buscar lazos constructivos entre Estados Unidos, Irán y la comunidad internacional”. “Durante casi tres décadas las relaciones entre nuestras naciones fueron tirantes”, agregó, “pero en este feriado recordamos la humanidad común que nos une”.
Confirmando un corte con la política de la administración Bush, el presidente demócrata insinuó que la opción militar estaba alejándose. “Este proceso no avanzará con amenazas”, dijo, “en cambio, buscamos un compromiso honesto basado en el respeto mutuo”. Su discurso “al pueblo y a los líderes de Irán”, acompañado por subtítulos, también contenía una insinuación de que Estados Unidos no buscaba ya derrocar al gobierno islámico. “Estados Unidos quiere que la República Islámica de Irán tome el lugar que le corresponde en la comunidad de las naciones”, dijo el presidente. “Ustedes tienen ese derecho, que viene con responsabilidades reales y no puede ser alcanzado por medio del terror o las armas, sino por acciones pacíficas que demuestren la verdadera grandeza del pueblo iraní y su civilización. Y la medida de esa grandeza es no la capacidad de destruir, sino su demostrada habilidad para construir y crear.”
La intervención de Obama parece parte de un esfuerzo internacional renovado y concertado para persuadir a Irán de que frene sus ambiciones nucleares, aunque no se refirió directamente al programa que Irán insiste en que es sólo para fines civiles. Los gobiernos occidentales temen que el tiempo se esté acabando para evitar que los iraníes desarrollen un arma nuclear que podría cambiar el equilibrio del poder en Medio Oriente.
Esta misma semana, Gordon Brown había reiterado que la comunidad internacional estaba lista para ayudar a Irán en el desarrollo de energía nuclear, pero en términos que Teherán rechazó de cuajo porque la oferta evitaría el enriquecimiento de uranio en suelo iraní.
El líder espiritual de Irán, el ayatolá Ali Khomeini, que tiene la última palabra sobre la política nuclear, también habló ayer en un mensaje grabado por el año nuevo en el que advertía a Occidente que el programa nuclear de Irán no se podía parar. Obama claramente decidió moverse antes de las elecciones iraníes de junio. Al buscar una renovada diplomacia con Irán no hace más que cumplir un compromiso de campaña respecto de dialogar con los adversarios de Wa-shington y recuerda su discurso de toma de mando del 20 de enero, cuando prometió una mano extendida a cambio de que el mundo musulmán “abra su puño”. Ahmadinejad respondió entonces que si Obama “habla de cambio”, debería poner fin a “la presencia militar de Estados Unidos en todo el mundo”.
El mensaje del presidente reconoce a Irán como un socio potencial a la hora de negociar, incluso si Obama se ha negado a retirar la opción militar de la mesa como forma de prevenir que Teherán obtenga armas nucleares. Irán ha reiterado que su programa nuclear tiene fines pacíficos.
Pero resulta incierto saber cuántos iraníes vieron el video, en un momento en que la gente se ha ido de vacaciones durante dos semanas con sus familias. “Las reverberaciones deben extenderse bastante lejos, una vez que la gente comience a responder y discutir”, dijo el profesor Ali Ansari, especialista en Irán de la Universidad de St. Andrew, en Gran Bretaña, que añadió que “el mensaje es muy bueno y el momento, muy bien calculado”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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