Empezó como una oración y terminó en una protesta. Miles de seguidores del clérigo radical chiíta Muqtada al Sadr utilizaron la plegaria del viernes en una manifestación en contra de los seis años de invasión estadounidense en Irak. “Expresamos nuestro rechazo a la injusticia y gritamos ‘fuera el ocupante’”, gritó el jeque Haidar al Yaberi, responsable del movimiento sadrista, ante una multitud de partidarios en Ciudad Sadr, su bastión popular en el nordeste de Bagdad. Al final de la oración, los fieles quemaron y pisotearon una bandera norteamericana, una escena que se convirtió en parte de la cotidianidad del vecindario. Antes de desconcentrar a la multitud, el jeque Yaberi convocó a una manifestación para el próximo 9 de abril, cuando se cumplan seis años de la caída del régimen de Saddam Hussein. Ese día, tras ingresar a Bagdad, las tropas norteamericanas derrumbaron la famosa estatua de Hussein, en una imagen que recorrió el mundo entero. En el resto del país el sexto aniversario de la invasión norteamericana pasó sin pena ni gloria. No hubo protestas, pero tampoco conmemoraciones o celebraciones. “Los norteamericanos vinieron para librarnos de un dictador, pero destruyeron el país”, aseguró ayer Qassem Zamel, un iraquí de 60 años cuyos tres hijos, que fueron arrestados en marzo de 2003 sin explicación según él, siguen en la cárcel.