Grupos de jóvenes protagonizaron ayer nuevos disturbios en un suburbio de París al prender fuego ocho automóviles y un autobús en una segunda noche violenta tras la muerte de un adolescente repartidor de pizza que huía de la policía. En la madrugada de ayer la policía arrestó a nueve personas, informó la portavoz de la administración regional, Samira Amrouche. La situación era “relativamente tranquila” en el complejo de viviendas de Bagnolet, en el barrio de Seine-Saint-Denis, nordeste parisino, en comparación con la noche anterior, cuando 29 autos fueron quemados y los jóvenes lanzaron cócteles Molotov a las fuerzas de seguridad. El rebrote de la violencia surgió a raíz de la muerte de Yacou Sanogo, de 18 años, que conducía su moto en la zona y que intentó escapar a un control rutinario de documentación de la policía el domingo por la noche. Según la policía francesa, el joven chocó contra un poste y murió cuando era llevado al hospital y “no hubo contacto entre el patrullero y la moto”. Hace cuatro años, la periferia se vio sacudida por una gran ola de violencia tras la muerte de dos jóvenes que se electrocutaron perseguidos por la policía.