EL MUNDO › UN GOBERNADOR DE EE.UU. DIJO EN CUBA QUE LA RELACIóN MEJORó
El ex candidato presidencial hispano y gobernador de Nueva México dijo que hay un ambiente muy bueno para limar asperezas, pero reclamó “flexibilidad” al gobierno de La Habana y “pasos concretos” al gobierno que dirige Barack Obama.
El gobernador estadounidense Bill Richardson dijo ayer que hay “un ambiente muy bueno” para mejorar las relaciones de su país y Cuba, pero advirtió que llevará bastante tiempo tras medio siglo de confrontación. El ex candidato presidencial hispano reclamó “flexibilidad” al gobierno de La Habana y “pasos concretos” al gobierno que dirige Barack Obama.
“Hay un ambiente muy bueno, el mejor que he visto en muchos años para arreglar las relaciones. Ahora hay que dar pasos concretos por los dos lados”, dijo el político en rueda de prensa antes de terminar una visita de cinco días a La Habana.
Richardson anunció que hará recomendaciones en ese sentido al mandatario estadounidense, pero aclaró que llegó a la isla “como gobernador de Nuevo México y no representando a la administración del presidente”.
El gobernador estadounidense aclaró que fue principalmente una misión de comercio que logró avances para el “intercambio en trigo, manzana, otros granos y carne de res”, y que no se reunió con el presidente cubano, Raúl Castro, ni con su antecesor y hermano mayor, Fidel, aunque sí recibió de éste un mensaje personal.
Sobre la normalización de las relaciones, Richardson insistió en que va a tomar tiempo. “Es una cosa complicada, ya que hay muchos temas que discutir. Pero tenemos que hacerlo. Los dos tenemos que avanzar para implementar los pasos necesarios para resolver la situación”, señaló.
Richardson opinó que antes de abordar el embargo comercial y financiero que aplica Washington a la isla desde 1962, o el también delicado asunto de los presos políticos, hay que dar otros pasos humanitarios, entre personas y personas. Uno de los problemas principales, advirtió, es que su país tiene conflictos urgentes que acaparan la atención de Obama y relegan el caso de Cuba.
Del lado cubano, el político norteamericano advirtió una “falta de flexibilidad y también de acciones recíprocas, especialmente en el área humanitaria”, ante los gestos de distensión de Obama en los últimos meses.
Tanto el presidente norteamericano como su secretaria de Estado, Hillary Clinton, han dicho que el gobierno que encabezan los hermanos Castro debe hacer cambios en su política de derechos humanos y liberar a los presos políticos.
Richardson reclamó que se ejecuten ya “los pasos muy positivos que ha tomado Obama sobre los viajes a familiares y también sobre las remesas” que envían los cubano-americanos a sus parientes en la isla.
“También se deben ampliar los permisos para que los norteamericanos viajen a Cuba, especialmente en las áreas de deportes, negocios, cultura, científicas y académicas”, agregó el gobernador de origen mexicano.
“Se deben relajar las regulaciones (norteamericanas) sobre biociencias y biotecnología, para que los científicos puedan viajar entre los dos países, y las restricciones a los cubanos para viajar a Estados Unidos por cuestiones académicas, culturales y científicas”, añadió.
Al gobierno de La Habana le pidió menos restricciones a la hora de otorgar permisos a los cubanos para viajar a Estados Unidos, facilitar los viajes de diplomáticos de ambos países y dialogar con los cubano-americanos.
“Esto no es una sustitución de las discusiones y diálogos entre gobiernos, (pero) pienso que para tener éxito en este esfuerzo, los cubano-americanos deben estar involucrados en las discusiones y diálogos”, explicó.
Richardson ve “un gran potencial para ampliar la relación en negocios, deportes, cultura y ciencias”, por lo cual dijo sentirse muy optimista. Como ejemplo de “expresión positiva” que ayuda al clima para el diálogo bilateral, citó el concierto de la estrella colombiana Juanes el 20 de septiembre, pese a la ácida reacción del exilio anticastrista.
Eso le dijo al presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, del que se declaró amigo desde hace 15 años, y a otros funcionarios con los que se entrevistó, incluyendo el vicecanciller Dagoberto Rodríguez, informó el visitante.
Richardson es el político norteamericano de mayor nivel que ha visitado La Habana en varios años y ello despertó especulaciones sobre posibles gestiones políticas para normalizar las relaciones entre los dos países.
Medios estadounidenses han recordado que, como emisario del entonces presidente Bill Clinton, el gobernador ya visitó la isla dos veces a fines del siglo pasado, y que intervino en la liberación de presos políticos en distintas partes del mundo.
Cuando en 1996 visitó Cuba, Richardson fue recibido por Fidel Castro y logró la liberación de tres presos políticos, pero luego la relación bilateral se deterioró y se polarizó durante el gobierno de George W. Bush.
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