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Una situación bomba
El domingo a la noche, el canal de noticias venezolano Globovisión fue incendiado por una bomba que no causó muertos ni heridos. El atentado se produjo horas después de que la cadena opositora del gobierno de Hugo Chávez recibiera amenazas por teléfono. Los llamados mencionaban la difusión de un video en el que aparece una dirigente del partido de Chávez felicitando a los militares que reprimieron con gases a una marcha opositora. El vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, condenó el atentado y dijo que los rumores que vinculan a Chávez con el ataque son “contraproducentes”. Sin embargo, el presidente de Globovisión, Guillermo Zuloaga, declaró que el gobierno no va a poder “tapar la verdad”. La semana pasada, una bomba de bajo poder explotó en la casa del cardenal Ignacio Velasco, obispo de la Conferencia Episcopal venezolana. La oposición atribuyó estos dos ataques a Chávez por considerar que ninguna de las investigaciones abiertas por las autoridades sobre esos casos han dado resultados. Ayer, la Guardia Nacional dispersó con gases lacrimógenos una protesta (foto) en contra de la intervención gubernamental de la Policía Metropolitana y el ataque a Globovisión.