Mié 30.09.2009

EL MUNDO  › ENTREVISTA CON MARCO ENRíQUEZ-OMINAMI, CANDIDATO INDEPENDIENTE PARA LOS COMICIOS EN CHILE

“Educación es prioridad número uno”

De visita en la Argentina, donde habló con la Presidenta, el hijo del mítico guerrillero del MIR desplegó su agenda progresista para las elecciones del 13 de diciembre.

› Por Mercedes López San Miguel

Es joven y tiene charme. Se acomoda el pelo, sonríe y espera las preguntas de esta cronista sentado en el bar de un hotel porteño. Se muestra dócil con las cámaras, como buen director de cine y televisión. Sus palabras salen a borbotones, pero cuida bien lo que dice y cómo lo dice –admite que le importa el marketing–. Con 36 años, Marco Enríquez-Ominami es candidato presidencial independiente, va tercero en un sondeo reciente del Centro de Estudios Públicos (un 17 por ciento de intención de voto), por detrás del empresario Sebastián Piñera (37 por ciento) y el ex presidente Eduardo Frei (28 por ciento), de la Concertación. Cree que los próximos 90 días son cruciales para sacar de la contienda al candidato oficialista y pasar a ballottage con Piñera. Enríquez-Ominami rompió con la Concertación cuando se le impidió presentarse a las primarias; lo mismo hizo su padre adoptivo Carlos Ominami, quien se postula a senador también como independiente. A metros Ominami padre monitorea la conversación desde otra mesa y se muestra huidizo. Claro, es el momento de Marco.

Hijo biológico del mítico guerrillero Miguel Enríquez, el disidente socialista está a favor de derogar la amnistía a los militares. “Son los silencios de la Concertación que motivaron mi candidatura.” Dice que su fuerte es “ser auténtico”, que él mismo contesta en Twitter y Facebook. Su plataforma es progresista: está a favor del aborto terapéutico y la unión entre homosexuales, pero duda sobre la despenalización de las drogas. Enríquez-Ominami tuvo un encuentro con la presidenta Cristina Fernández y no se reunió con líderes de la oposición.

–¿Qué habló con Cristina Fernández?

–Hablamos básicamente de tres temas: la integración binacional; un mundial Chile-Argentina para 2026 y Honduras. Con respecto al primero, me parece que el corredor bioceánico es esencial, un plan privado que tomó impulso público. Valoro la idea de la Presidenta de profundizar la relación con mi país. Tengo la convicción de que el túnel de baja altura al que llamo “un segundo canal de Panamá”, es una mirada muy atinada.

–¿Cuál es su opinión sobre la coyuntura en Honduras?

–Creo que hay que acompañar a Brasil y no basta con el declaracionismo de Obama. Hay cierta ambigüedad.

–¿Qué debería hacer Estados Unidos?

–Si le hace a Honduras un 1 por ciento del bloqueo a Cuba, el gobierno no resiste. Con una señal de hostilidad, Honduras se desploma.

–En Argentina se está debatiendo una ley de radiodifusión que combate la concentración de los medios. ¿Impulsaría algo similar para Chile?

–Yo mismo presidí la primera comisión que se creó en el Cono Sur sobre el rol del Estado como comunicador. Las comunicaciones son bienes jurídicos; la libertad de expresión y de información, por lo tanto me parece fabuloso que se dé el debate en Argentina. El sistema regulatorio de medios en Chile es pobrísimo, pero no se está debatiendo.

–¿Cómo plantea achicar la brecha entre ricos y pobres?

–La educación es prioridad número uno. Lo resumo en un slogan: que todos los chilenos tengan la misma educación que los hijos de los diputados. ¿Cómo se viabiliza? A través de una reforma impositiva. Impulsamos cinco impuestos: a la minería, a los alcoholes, a los tabacos, a las hidroeléctricas que tengan más de 20 años y a las herencias.

–¿Más Estado o menos Estado? En una ocasión habló de privatizar parte de la empresa Codelco.

–Estoy a favor de la economía mixta, donde el brazo para derrotar la pobreza es el Estado y el instrumento el mercado. En transporte prefiero el transporte público; en Educación estoy a favor de que coexistan la privada y la pública. No es lo mismo una empresa estatal que una pública, eso fue lo que dije respecto de Codelco. Yo propuse que hubiera mayor control de los chilenos en las empresas públicas.

–¿Cuáles son los puntos centrales de su propuesta?

–Tres ejes programáticos: una reforma política que apunte a un semipresidencialismo con figura de primer ministro; un federalismo atenuado (distribución del poder por regiones); una reforma de la ley electoral que permita el multipartidismo y una ley de partidos. A mí me acusan de no querer los partidos porque armé un grupo de diputados llamados los díscolos. Para el aborto éramos dos los que impulsábamos el proyecto, para el matrimonio entre homosexuales también éramos dos, para la ley de Educación, 20. Ese grupo encabezó un movimiento en el Congreso y sobrevivió hasta que presenté la candidatura en enero pasado. Muchos de ellos, que son de distintos partidos, me acompañan actualmente.

–¿El establishment se lo permitirá?

–Chile cambió. Hay una base electoral muy fuerte que apoya mis propuestas.

–¿Aprueba la despenalización de las drogas?

–En eso no fijé posición. Sí tengo declaraciones orientadoras: no hay que negarse al debate; hay que separar la cocaína de la marihuana y hacer foco más en el narcotráfico que en el consumo.

–¿Está a favor de derogar la ley de amnistía a los militares?

–Sí, claro. La Justicia fue muy gris en el proceso de reconciliación; tampoco estoy de acuerdo con usar la violencia. El caso de mi padre fue distinto al de mi tío Edgardo, que está desaparecido. A mi padre lo mataron en combate, que es mejor que morir torturado.

–¿Por qué no ha habido una política de Estado para conocer la verdad?

–La Concertación no tuvo el coraje moral.

–¿Es católico?, ¿cree en Dios?

–Creo en Dios, pero de ahí a ser católico hay un trecho. Soy súper crítico del rol de la Iglesia en la historia de la humanidad y de la política exterior del Vaticano.

–¿Es favorable a negociar el reclamo de salida al mar de Bolivia?

–Enclave sin soberanía. Estamos dispuestos a discutir sobre territorialidad.

–De los gobiernos de la región, ¿con cuál se siente más afín? Usted mostró simpatías por Hugo Chávez.

–Tengo juicios complejos sobre todos los presidentes. El Chávez que impulsa la alfabetización de los niños y un mundo multipolar me gusta. También que sea un activo promotor de la integración sudamericana. El Chávez que expulsa a José Miguel Vivanco (director de Human Rights Watch), no me gusta.

–¿Cómo imagina las relaciones con Washington?

–Obama llegó más lejos que los demás con el cambio climático. En ciertos temas es inspirador.

–¿Como mantener presos extranjeros detenidos de forma ilegal en Guantánamo y Afganistán?

–Es parte del prontuario de Estados Unidos. Chile tiene el suyo...

–¿Apoyaría a Frei si él pasa a ballottage?

–Voy a pasar a segunda vuelta, estoy convencido.

–Y en ese caso, ¿pediría el apoyo del candidato oficialista?

–Gran parte de la Concertación está con nosotros en los hechos con alcaldes, concejales, etc. Lo que sucede es que la Concertación está haciendo campaña del terror contra nosotros. Dice que si ganamos se viene el diluvio. Ese tipo de mensaje los debilita.

–¿Pero no cree que mientras Frei y usted se pelean, Piñera sigue primero?

–Piñera va primero porque lleva cuatro años gastando en propaganda. La publicidad es importante en política y este candidato ha gastado miles de miles de pesos.

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