EL MUNDO › PESE AL ESCáNDALO INTERNACIONAL, MANTIENE A LOS ACUSADOS DE CORRUPCIóN
Estados Unidos y otros países occidentales están exigiendo reformas de fondo y un fuerte combate contra la corrupción a cambio de tropas adicionales y de grandes cantidades de dinero. Pero él sostiene a narcos y criminales.
› Por Kim Sengupta *
Desde Kabul
Hamid Karzai comenzó ayer su nueva presidencia con una promesa de llegar a sus opositores y enfrentar la corrosiva corrupción que manchó profundamente su gobierno y produjo a una amplia condena internacional. Pero no parecía dispuesto a despedir a ministros y funcionarios acusados de corrupción y no dijo cómo abordaría la sistemática mala práctica y criminalidad que ha socavado la gobernabilidad mientras él estaba al frente. Estados Unidos y otros países occidentales están exigiendo reformas de fondo y un fuerte combate contra la corrupción a cambio de tropas adicionales y de grandes cantidades de dinero.
Karzai, al hacer su discurso victorioso, estaba flanqueado por sus dos compañeros de fórmula, Muhammed Qasim, acusado por los funcionarios estadounidenses de narcotraficante, y Karim Khalili, que fue acusado en un informe reciente de derechos humanos de crímenes de guerra. Cuando se le preguntó si estaba preparado para deshacerse de figuras públicas que han infringido la ley, Karzai respondió: “Estos problemas no se solucionan cambiando a los funcionarios de alto rango”. Reconoció, sin embargo, que Afganistán tiene un “mal nombre” con respecto a la corrupción y prometió: “Haremos lo que esté en nuestro poder con todos los medios posibles para eliminar la oscura mancha en nuestra ropa”.
Karzai fue investido presidente el lunes a la tarde por una comisión electoral que él había nombrado y que también canceló una segunda vuelta electoral para la semana que viene. La segunda vuelta, con el rival Abdulá Abdulá, fue ordenada después de que Karzai perdió un millón de sus votos de la primera vuelta por fraude masivo. Abdulá, que se retiró de la segunda vuelta durante el fin de semana, dijo anoche que estaba considerando recusar el renombramiento de Karzai ante la Corte Suprema. Sus partidarios lo han estado presionando para que logre un gobierno interino con nuevas elecciones a llevar a cabo en la primavera.
Hay pocas posibilidades de que la Corte revierta la decisión y no hay deseos de continuar con el proceso electoral ni entre la mayoría de los afganos ni en la comunidad internacional. Estados Unidos y sus aliados, por lo tanto, tendrán que seguir apoyando a un gobernante al que han criticado pública y repetidamente.
Barack Obama, quien está decidiendo si enviar o no 40.000 soldados más a Afganistán, lo telefoneó a Karzai para felicitarlo por retener el poder, pero enfatizó que debe tomar una posición más dura contra la corrupción y promocionar un gobierno mejor. En respuesta a los reaseguros de Karzai, el presidente de Estados Unidos respondió que “la prueba no estará en las palabras, estará en los hechos”.
El presidente Obama dijo que quería que el presidente afgano “se moviera audaz y enérgicamente hacia adelante y aprovechara el interés de la comunidad internacional en su país para iniciar las reformas internas. Esa debe ser una de sus más altas prioridades”. Gordon Brown, mientras tanto, dijo: “Queremos ver un gobierno libre de corrupción, un gobierno incluyente”.
Karzai prometió trabajar para todos los afganos. “Nadie se verá distanciado de este proceso. Todos no-sotros estaremos incluidos como parte del gobierno de Afganistán”. También urgió a los combatientes insurgentes a que retomen la sociedad civil, diciendo: “Llamamos a todos nuestros hermanos talibán para que vuelvan a casa y abracen su tierra”.
Pero el talibán emitió una declaración burlándose del resultado y afirmando su propia victoria al parar la segunda vuelta. “Lo que es asombroso es que hace dos semanas estábamos discutiendo que el títere presidente Hamid Karzai estaba involucrado en fraude electoral, pero ahora es electo presidente basado en esos mismos votos fraudulentos, y Washington y Londres inmediatamente envían sus felicitaciones.”
En las calles de Kabul, mucha gente dijo que quería dejar el pasado atrás. “Si los funcionarios corruptos que han estado chupando nuestra sangre durante muchos años son despedidos y castigados públicamente, tendremos esperanza en un mejor futuro, de lo contrario los próximos cinco años serán en vano”, dijo el comerciante Ghafoor Ahmadi.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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