Jue 17.12.2009

EL MUNDO  › REPUDIO DE EUROPA Y ESTADOS UNIDOS POR EL LANZAMIENTO DEL PROYECTIL DE LARGO ALCANCE

Irán les tiró un misil a las sanciones

En los últimos días, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña han expresado públicamente su disposición para arrancar inmediatamente con la cuarta ronda de sanciones contra Irán en el Consejo de Seguridad de la ONU.

› Por David Usborne *

Irán ensayó ayer su última versión de su misil de largo alcance Sajjil-2, en claro mensaje de que está listo para tomar represalias si Israel, Estados Unidos o cualquier otro que intente un ataque militar contra sus instalaciones de enriquecimiento nuclear. Las imágenes del lanzamiento fueron emitidas por la televisión estatal. El ministro de Defensa, general Ahmad Vahidi, dijo que el nuevo misil sería “un fuerte elemento disuasorio” contra cualquier ataque posible. Los misiles son capaces de viajar entre 2,00 y 2500 kilómetros, poniendo a Israel dentro de su alcance, así como a las bases de Estados Unidos en la región del Golfo y partes de Turquía y el sudeste de Europa. Horas después renunció el vicedirector de la Organización de Energía Atómica de Irán, Ali Akbar Salehi.

El lanzamiento provocó el repudio del primer ministro Gordon Brown, quien asistía a las conversaciones sobre el cambio climático en Copenhague. “Es una cuestión de gran preocupación para la comunidad internacional y que justifica un nuevo paso hacia las sanciones. Trataremos el tema con la seriedad que se merece”, dijo después de hablar con el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon. Por su parte, Francia consideró que el anuncio de un nuevo lanzamiento del misil por parte de Irán “es una muy mala señal hacia la comunidad internacional”, declaró ayer el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Bernard Valero. El gobierno alemán calificó por su lado de “alarmante” el lanzamiento. “La prueba de Irán con un misil simplemente socava la reivindicación iraní de tener intenciones pacíficas”, reaccionó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Mike Hammer.

Los diplomáticos esperan que el continuo desafío de Irán se convierta en el foco de conversaciones bilaterales entre los líderes del foro de Copenhague, que el presidente Barack Obama visitará el viernes. En los últimos días, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña han expresado públicamente su impaciencia con la posición de Irán y su disposición para comenzar a trabajar inmediatamente en la cuarta ronda de sanciones contra el país islámico en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Los intentos desde septiembre para convencer a Irán a aceptar un trato bajo el cual aceptaría exportar uranio poco enriquecido a países extranjeros para ser procesado en combustible para energía de uso civil, han tenido sus idas y vueltas, Irán al principio aceptando el acuerdo y luego retrocediendo. Obama repetidamente ha dicho que Irán tiene hasta fin de este año para demostrar que considera seriamente el trato negociado. Por su parte, Teherán continúa insistiendo en que desarrollar una industria atómica es su derecho soberano y que la investigación apunta sólo a la energía para usos civiles y no tiene nada que ver con armas.

Irán tiene una larga historia de provocación con lanzamientos de misiles y amenazas parecidas, justo en los momentos en que las negociaciones internacionales están en su punto más delicado. Hizo un ensayo con un misil de corto alcance y una primera versión del Sajjil cuando las actuales conversaciones comenzaron en septiembre. Aunque probablemente el ensayo esté destinado en parte a que Israel lo piense dos veces antes de elegir una opción militar, su último despliegue puede impulsar a los miembros del Consejo de Seguridad a que implementen nuevas sanciones.

Mientras el proceso estará en camino inmediatamente después de Año Nuevo, Estados Unidos y Gran Bretaña estarán buscando apoyo para nuevas sanciones de parte de Rusia y China. Obama ha estado diligentemente haciendo lobby con ambos países sobre la importancia de detener las ambiciones nucleares de Irán antes de que sea demasiado tarde.

Las relaciones entre Teherán y Washington han estado más tensionadas aún después de la confirmación esta semana de que tres alpinistas estadounidenses que entraron en territorio iraní desde el norte de Irak serán juzgados por haber “entrado ilegalmente con objetos sospechosos”. El anuncio provocó una airada respuesta de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien dijo que los cargos eran “infundados”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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