Desde Santiago

Todo lo que se ha escrito desde el 13 de diciembre hasta hoy, en unas horas más sólo será papel picado para celebrar o para secar lágrimas en los comandos de los candidatos Eduardo Frei y Sebastián Piñera, que desde las seis de la mañana discuten la presidencia de Chile voto a voto en las urnas.

A pesar de que el período legal de campaña terminó el pasado jueves, los abanderados de la Concertación y la derecha siguieron ayer jugándoselas para lograr un voto más a sólo 24 horas del ballottage.

Tras una semana donde Piñera sintió por primera vez que el pan se le puede quemar en la puerta del horno, como ha sucedido con la derecha en todas las elecciones anteriores desde que retornó la democracia, el multimillonario empresario apostó por el esparcimiento, dejando atrás los ataques a Frei y a la presidenta Michelle Bachelet.

Primero desayunó con vecinos del popular barrio Conchalí y más tarde en La Reina jugó un picado con ex jugadores de fútbol seguidores de su programa. El propio Piñera calificó el partido como una “cábala”, vaticinando que ganará el ballottage por seis puntos de diferencia a Frei.

“Ya anoté tres goles, en el segundo tiempo voy a anotar tres más: hagan la suma. Esto es un vaticinio de lo que será mañana (por hoy)”, afirmó el candidato en el entretiempo.

Sin ánimo de dar la mínima ventaja, Frei, el candidato progresista, compartió con pobladores de la también popular comuna de La Florida. Si bien Eduardo Frei agradeció cordialmente a las personas por el cariño y el apoyo que recibió durante su campaña, aprovechó la jornada para rechazar los “insultos” que a su juicio dijo Piñera a los trabajadores públicos.

La ofensiva obedece a las polémicas declaraciones del dueño de LAN y Chilevisión quien expresó en tono de burla a los concertacionistas que “no es tan malo levantarse temprano”. Reiteró el argumento de “uso y abuso de recursos públicos” por parte del conglomerado gobernante y aseguró que él también es honesto, como Frei. Aparte de insistir en que los trabajadores públicos tendrían que salir a “ganarse la vida” si él resulta electo, días antes había considerado que Bachelet hizo una intervención electoral, al apoyar públicamente a Frei.

“Han insultado a la Presidenta estos últimos días, a los chilenos que trabajan. Dicen que el lunes tienen que empezar a trabajar, como si los chilenos no trabajaran. ¡Por favor!”, dijo Frei.

Desde el gobierno también calificaron de “ofensivas e injustificadas” las declaraciones. El ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, manifestó que espera que el empresario “se excuse cuanto antes”.

Su reclamo fue durante un recorrido por los locales de votación, donde estimó que entre las 18.30 y 19 horas de hoy habrá un “número apreciable de sufragios, que pueda marcar una tendencia clara”.

Desde la Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido de ultraderecha que apoya a Piñera, descartaron una “tercera vuelta”, tratando de neutralizar el efecto de derrota que esta semana planeó por toda la derecha. Según el timonel, Juan Antonio Coloma, y el secretario general del partido, Víctor Pérez, “no va a haber una tercera vuelta, como la Concertación ha insinuado en los últimos días. Ellos han dado una falsa sensación de estrechez y que esto se va a resolver en Tribunales”, dijo Coloma.

Las últimas apariciones de Piñera, que apuntaron a criticar al oficialismo y cuestionar a la presidenta de la República, restándole importancia a su rol de financista, puede ser una estrategia salvadora a un día de la segunda vuelta; sin embargo, la Agrupación de Empleados Públicos (ANEF), mostró su enfado y son varios miles los que se desempeñan en el aparato estatal, además, Bachelet exhibe el 85 por ciento de respaldo, por lo que cualquier crítica a su persona puede ser un arma de doble filo.

Frei en lo suyo, capitalizando su novedoso estilo de fin de campaña, y esperando ver si le alcanza, y Piñera dejando en claro que él representa el cambio, cambio que no está del todo claro que sea lo que Chile necesita.