“La topadora” –como lo llaman en Israel– volvió a sonar como en los viejos días, pero son nuevos tiempos, y a continuación sostuvo que no haría ahora lo que hubiera querido hacer antes. El primer ministro israelí Ariel Sharon dijo en una entrevista publicada ayer que lamentaba no haber podido eliminar al líder palestino Yasser Arafat hace 20 años, para afirmar luego que eso hoy no está en sus planes actuales. Los palestinos reaccionaron afirmando que la declaración mostraba las verdaderas intenciones de Sharon, mientras Estados Unidos se distanció de los dichos del primer ministro sin condenarlos de manera tajante.
Eliminar al líder palestino durante la invasión del Líbano en 1982 podría haber salvado muchas vidas, dice el primer ministro, pero había un acuerdo estableciendo que no se le haría daño. Como ministro de Defensa de Israel durante la invasión, Sharon despachó tanques y tropas a Beirut, donde acorralaron a Arafat y a sus combatientes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Un acuerdo negociado internacionalmente llevó a su evacuación por mar. En la entrevista con el diario Maariv, un periodista le pregunta a Sharon: “¿Por qué usted no eliminó a Arafat durante la guerra del Líbano?” Y él contesta: “Teníamos un compromiso, y los compromisos hay que cumplirlos”.
Pregunta: –¿Lo lamenta?
Respuesta: –Sin duda. Nos ha causado muchas bajas y mucho daño.
–Hoy, ¿lo lamenta?
–Por cierto, sí, pero teníamos un compromiso para no hacerlo.
–¿Qué hubiera pasado si lo hubiera hecho?
–Nuestra situación de hoy habría sido mucho mejor.
Interrogado sobre por qué no elimina a Arafat ahora, Sharon replica: “No tenemos ninguna intención de dañar a Arafat personalmente... causaría mucho daño a Israel. No tenemos ninguna intención de desmantelar la infraestructura de la Autoridad Palestina”.
El líder palestino se encuentra actualmente bajo virtual arresto domiciliario en sus oficinas de Ramalá, rodeado por tanques israelíes. Saeb Erekat, miembro del gabinete palestino, dijo ayer: “Creo que esto refleja lo que se ha dicho siempre: que Arafat está tratando de completar lo que empezó en 1982. Que un primer ministro anuncie abiertamente su intención gangsteril es un reflejo del tipo de gobierno con el que estamos tratando”.
Aunque Sharon ha declarado como “irrelevante” al líder palestino y ha tratado de aislarlo, en la entrevista de Maariv sostiene que volvería a considerarlo como un socio para la paz si cumpliera con las demandas de seguridad de Israel. “Si Arafat diera los pasos que se piden de él, volvería a ser nuestro socio en las negociaciones –dice Sharon–. Hay una respuesta al problema del terror.”
En la entrevista, se le pregunta a Sharon sobre un plan elaborado en diciembre pasado entre el canciller Shimon Peres y Ahmed rei, titular del Parlamento palestino, que propone declarar un Estado Palestino provisorio en los territorios que ya se encuentran bajo control de la Autoridad Palestina. Sharon dice que no apoya al plan, pero sugiere que “de esa propuesta se puede derivar un acuerdo que termine el conflicto”. Y agrega que con la colaboración de Arafat el conflicto terminará en “un Estado Palestino independiente... Por una verdadera paz estoy dispuesto a entregar partes de Israel”.
El Departamento de Estado norteamericano reaccionó de modo tibio a los exabruptos del primer ministro. “No tenemos ningún comentario en particular. Obviamente estamos mirando hacia ambos lados del conflicto para que no se avive el fuego del enfrentamiento... sabemos que comentarios así no ayudan a nadie”, dijo el portavoz Richard Boucher. En Israel, en cambio, los voceros oficiales subrayaron que Sharon había enviado dos veces a su hijo Omri a asegurar a Arafat que no quería matarlo.