Dom 15.12.2002

EL MUNDO  › LA OPOSICION TOMO LOS BARRIOS RICOS Y EXIGIO QUE CHAVEZ SE FUERA

Guerra de calles, golpe de petróleo

Cientos de miles de opositores reclamaron ayer en Caracas la salida de Hugo Chávez, mientras la paralización de la industria petrolera cumplía 13 días consecutivos. La mediación de la ONU fracasó nuevamente y Chávez desechó las elecciones anticipadas pedidas por EE.UU.

La oposición venezolana, que continuó con la huelga general que ayer cumplió 13 días consecutivos y ha paralizado la vital industria petrolera, consumó ayer su “Toma de Caracas” que consistió en una multitudinaria concentración desde seis puntos de la capital en un recorrido hacia el barrio Altamira –donde hace nueve días murieron tres personas en un ataque a la plaza– pidiendo la salida del presidente Hugo Chávez. Al mismo tiempo, el gobierno anticipó que no llamará a elecciones anticipadas, como lo “recomendó el amigo” Estados Unidos, recomendación que, advirtió, se salió de los márgenes constitucionales. Además, el presidente Chávez –quien sólo acepta someterse a un referéndum revocatorio de medio mandato en agosto– negó que hubiera un paro, sino “una conspiración de gerentes petroleros”.
La llamada “megamarcha” opositora pidió en Caracas al presidente Chávez que renuncie al cargo que ocupa desde febrero de 1999 o acepte celebrar elecciones adelantadas en los próximos tres meses. Cientos de miles de opositores –que sus organizadores estimaron en un millón– partieron desde seis puntos de Caracas y convergieron en la neurálgica autopista Francisco Fajardo a la altura del tramo de Altamira, en el rico municipio oriental capitalino de Chacao. Las consignas eran las mismas que en las últimas dos semanas han alentado las casi diarias movilizaciones opositoras: “Chávez, vete ya” y “Elecciones ya”. La protesta pacífica se celebró en el marco de la huelga general opositora que comenzó el 4 de diciembre, y que dos días después fue declarada como “paro cívico activo” por la alianza opositora Coordinadora Democrática, que la convocó.
“Se demuestra acá, con esta increíble marcha, la voluntad de este pueblo frente a la crisis, la respuesta contundente, admirable: Venezuela clama la renuncia de Chávez, no hay otra salida”, afirmó el presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y líder de la Coordinadora Democrática, Carlos Ortega. La Coordinadora, que reúne a los partidos opositores, la CTV y la patronal Fedecámras, ha advertido que sólo levantará el paro cuando Chávez renuncie al cargo o acepte la celebración de elecciones en los próximos tres meses.
Por su parte el oficialismo invitó a la noche a una fiesta navideña tradicional con grupos al ritmo de la gaita, tocado con tambores y bailado por los venezolanos en fiestas de fin de año. El gobierno venezolano advirtió que la “recomendación” hecha por Washington sobre el adelanto de las elecciones como vía para superar la grave crisis nacional es un mecanismo que “no está previsto” en la Constitución vigente. “Los amigos hacen recomendaciones. Pero eso es normal entre amigos: tener acuerdos y también desacuerdos”, afirmó el canciller venezolano Roy Chaderton.
En cuanto a la resolución que prepara el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la crisis nacional, Chaderton manifestó su confianza en que la misma estará “del lado de la Constitución”. El Consejo Permanente de la OEA no logró en la madrugada de ayer, tras 13 horas de sesión, un acuerdo sobre una resolución destinada a alentar una solución dialogada y constitucional de la “grave crisis política” de Venezuela. Los debates de los 34 delegados en la OEA continuarán mañana, confirmó Chaderton a la prensa local. El secretario general de la OEA, César Gaviria, media en las negociaciones que iniciaron el pasado 8 de noviembre gobierno y oposición, para acordar una salida democrática a la crisis política.
Venezuela, quinto exportador mundial de crudo, siente mermada la capacidad operativa de refinerías y muelles de exportación por el cuarto paro convocado contra Hugo Chávez en un año. El presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), Alí Rodríguez, reconoció ayer por primera vez que la industria petrolera “en buena medida está paralizada” ante la huelga de 13 días que no da tregua. Rodríguez admitió que “puede llegar un momento en que haya escasez de gasolina” en el mercado interno.
No obstante, Rodríguez señaló que mantiene el control de PDVSA y recalcó que el gobierno está haciendo “todos los esfuerzos necesarios pararecuperar la producción”. En un momento se especuló con la militarización de PDVSA, pero últimamente se ha indicado que Venezuela pedirá técnicos de la OPEP e importará crudo.

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